La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La primavera revoluciona la ría

El estuario maliayés es un hervidero por - la llegada de las aves que acuden a criar al humedal y el paso de las que vuelan a Europa

Una gallineta común y, a la derecha, un macho de ruiseñor pechiazul semioculto en el cañaveral. V. ALONSO / G. GIL

El chorlitejo chico, la garceta grande, la espátula común, el combatiente, la cigüeñuela común y algún ruiseñor pechiazul llegan por estas fechas al estuario maiayés, algunos, la mayoría, de paso y, otros, para quedarse.

Este es uno de los motivos para visitar Villaviciosa en estas primeras semanas primaverales: hacer turismo ornitológico por la Reserva Natural Parcial de la Ría de Villaviciosa y, en particular, por el porréu y las charcas de El Cierrón, a los que se puede acceder andando desde la propia Villa, en poco más de cinco minutos, desde la zona de El Salín, por un sendero, o desde Les Caleyes.

Esta zona que combina el humedal natural con las charcas artificiales construidas como parte de la restauración del terreno afectado por la construcción del túnel de la autovía bajo la ría, están ahora en plena efervescencia, al coincidir la época de paso migratorio de las aves que se dirigen a sus puntos de cría en Europa con la llegada de las especies estivales que se reproducen en el propio estuario. Así, en los últimos días ya han llegado una docena de cigüeñuelas comunes, un ave limícola que en Asturias, y en el conjunto del Cantábrico, solo anida en la ría de Villaviciosa.

También se pueden ver otras aves migratorias: limícolas como el chorlitejo chico y el combatiente (que aún no luce sus espèctaculares adornos de cortejo), zancudas como la espátula común y la garceta grande, y pequeños pájaros como el ruiseñor pechiazul, no mayor que un gorrión pero con una llamativa mancha azul y roja en el pecho, que cuenta con una población invernante en los carrizales y cañaverales de la ría de Villaviciosa y otra itinerante, en paso, que usa ese mismo hábitat para descansar y comer.

La ría maliaya es uno de los humedales más importantes del norte de España para estas aves.

Compartir el artículo

stats