Pedro Quirós, vecino de La Felguera de Noreña, asegura que el Ayuntamiento le ha vetado en los contratos de obra pública. Según su versión, todo ocurrió tras denunciar al gobierno local (IPÑ y Foro) por dejación de funciones a la hora de atender sus quejas por la presencia de la banda motera de "Ángeles del Infierno" en un local del pueblo junto a su casa en 2017. "Soy trabajador autónomo, tengo algo de maquinaria y solía hacer cosas pequeñas para ellos desde hace más de 10 años. Pero a la vista está que me quitaron de hacer obras municipales porque les denuncié", sostiene.
En el gobierno local niegan la máxima. El concejal de Urbanismo, Pelayo Suárez -a quien Quirós atribuye la decisión de no contar con él- desmiente que los hechos sean así: "Nosotros cumplimos con la legalidad. Para cada obra se pide presupuesto y elegimos el más bajo, y los hay considerablemente más bajos que los que él nos presenta".
Pedro Quirós cuenta en su haber con un camión, una excavadora y un dúmper, lo que le ha permitido hacer diversas obras desde el año 2007. "Solía servir algún viaje de arena, de tierra vegetal, arreglar baches o algún camino", enumera. Cuando hace inventario de las facturas, éstas se detienen en 2017. "Fue cuando denuncié por el tema de 'Ángeles del Infierno'". Sin embargo, en los últimos días, tuvo la posibilidad de estar en una nueva obra municipal, la de mejora de la accesibilidad en la piscina. "La empresa que cogió el contrato llamó a un amigo mío de Siero para subcontratar la excavación. Él estaba ocupado y me llamó a mí", relata Quirós.
Esta situación no duró mucho. El contratista recibió una llamada de la oficina técnica municipal, en la que se le indicaba que tenían que "sacarlo de la obra", explica el afectado. De esta manera, tuvo que dejar de trabajar, y la empresa de Siero originalmente subcontratada hacerse cargo de los trabajos de excavación.
El motivo que dio la oficina técnica para justificar la necesidad de su salida es que no estaba incluido en el plan de seguridad de la subcontrata. Quirós, por contra, ve una persecución hacia su persona. "He podido saber que hay una orden taxativa para que no se me invite a ninguna obra y para que se me sacara de esta", proclama.
Mientras, el gobierno local niega cualquier tipo de motivación detrás de la situación. Destacan que todo se hace de acuerdo a la legalidad y niegan ninguna orden directa de que se descarte a nadie. Con esta perspectiva, Pedro Quirós ya ha puesto el caso en manos de su abogado, con el que estudia tomar nuevas medidas legales contra el consistorio.
"Contra la banda no hacen nada, pero sí contra un autónomo", resume.
