El peligroso deterioro en que está sumida la Senda del Oso provocó ayer un nuevo accidente. Un senderista holandés de 45 años resultó herido al apoyarse en una barandilla y precipitarse a la orilla del río, en una caída de unos tres metros. Es el segundo siniestro que se produce en circunstancias similares en la transitada ruta, doce días después de que un cicloturista falleciera al apoyarse en una valla y caer desde la Senda del Oso sobre la carretera que une Trubia y el Puerto de Ventana.

El accidente de ayer se produjo en la cerca que limita el camino en las inmediaciones del puente del río junto al desvío de Teverga, según fuentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo. Para su rescate fue necesaria la intervención de Bomberos de Asturias, que se encargaron de su traslado en el helicóptero medicalizado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo instruye las diligencias.

La voz de alarma la dio un guarda de la zona a las 19.40 horas, indicando que una persona se había caído varios metros tras ceder la barandilla a la orilla del río. Posteriormente una persona que vio al accidentado desde el otro lado logró llegar hasta él y lo acompañó, sujetándole la cabeza y tapándolo, hasta que llegaron al lugar los bomberos, según explicaron fuentes del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA).

Hasta el lugar del accidente se desplazaron efectivos de Bomberos del SEPA con base en el parque de Proaza, que colaboraron y participaron en la evacuación y rescate. Los bomberos, junto al equipo de rescate, inmovilizaron al herido, cuyo pronóstico era reservado, y lo trasladaron hasta la otra orilla del río, donde el helicóptero medicalizado pudo realizar la evacuación porque en la zona hay un tendido eléctrico que impedía que la aeronave se pudiera aproximar.

El herido fue atendido en un primer momento por el médico rescatador, que lo inmovilizó para poder evacuarlo a la aeronave mediante una operación de izado en grúa.

La falta de inversión

El anterior accidente fue mortal. Julio Martín Díez, de 60 años y vecino de Valladolid, estaba pasando el fin de semana en una casa rural en Teverga y el siniestro se produjo mientras recorría la senda en el tramo que va hacia Quirós, se apoyó en una barandilla para hablar por teléfono y ésta cedió, según aseguraron entonces testigos presenciales. A raíz de este accidente se puso de manifiesto la clamorosa falta de inversión en la ruta, competencia de los ayuntamientos de Quirós, Teverga, Proaza y Santo Adriano, que es por la que discurre. Todos ellos coincidieron en que carecen de recursos económicos y que la ayuda del Principado es insuficiente. Algunos incluso plantearon el cambio de gestión, para que pase a manos de la Fundación Oso Pardo, y que también colaboren con aportaciones monetarias los empresarios turísticos de los valles del Trubia.

Precisamente ayer el sector turístico aludido se reunió para exigir obras urgentes de mejora de la Senda del Oso, el principal recurso con que cuentan para atraer visitantes a la zona. La urgencia es clara: la temporada alta está a punto de empezar. La reivindicación del sector, puntualizan, viene de años.

"La reunión tuvo mucha afluencia porque la gente está interesada en la mejora de la Senda del Oso, es el principal atractivo de la zona y todos estos negocios dependemos de ella", señaló Ángel Pérez, propietario de casas rurales en Teverga. Y debido a la urgencia e interés, en el encuentro acordaron crear una comisión, con dos representantes de cada concejo, para trasladar las exigencias de los empresarios de la comarca a los ayuntamientos y al Ejecutivo regional.

"Entendemos la Senda del Oso como un conjunto, y es un recurso bueno para todos los negocios, un conjunto retroalimentado. Es un recurso que mueve cerca de 200.000 personas, se estima, lo que es un volumen muy grande, un recurso público que hay que mantener", comentó Astor García, de una empresa de turismo activo de Santo Adriano. Es precisamente este concejo el que mejor estado presenta en la vía verde, por eso García entiende que se necesitan intervenciones puntuales antes del verano para reponer vallas, luces, mejorar el firme y retirar los argayos producidos en el invierno. "Esto para antes del verano, pero luego se necesita una planificación de mantenimiento y reparaciones".