Miguel González Pereda es villaviciosino de nacimiento y de vida, y ahora candidato a ostentar el título de cronista oficial del concejo, lo que supondría estrenar tal honor en Villaviciosa. El escritor iniciará su labor una vez que el pleno ordinario del 29 de enero apruebe su nombramiento, que recibió ayer el visto bueno unánime de la Comisión de Hacienda. "Será un gran orgullo y una satisfacción ser cronista de Villaviciosa porque me gusta todo lo que conlleva este título", confiesa González Pereda.
La candidatura del escritor como cronista oficial de Villaviciosa fue propuesta por una mayoría de asociaciones culturales del concejo. El Ateneo Obrero de Villaviciosa y la Asociación de Amigos del Paisaje de Villaviciosa, "Cubera", presentaron un escrito para este nombramiento al que posteriormente se unieron otras entidades locales como la Fundación José Cardín Fernández, el Grupo de Teatro Contraste, la Cofradía del Nazareno, la Compañía del Ronchel, la Coral Capilla de La Torre y la Cofradía de Amigos de les fabes.
González Pereda siempre tuvo inquietudes por ahondar en la historia de su concejo y ser partícipe de ella. Se dedicó a la actividad comercial y participó en varias iniciativas culturales. Ahora, ya jubilado, sigue con sus investigaciones y escritos sobre Villaviciosa. Sobre la mesa tiene en marcha un trabajo sobre la historia de La Alameda, un parque con más de dos siglos de Villaviciosa, y otro sobre la de la ría que enmarca a Villaviciosa como puerto de embarcaciones desde su fundación. "Ser cronista me dará mayor acceso a los archivos municipales para conseguir ciertos datos y detalles para las investigaciones. Es un honor poder hacer eso porque soy un ratón de biblioteca al que le encantan los temas de investigación local", dice.
En cuanto a su amor por Villaviciosa, ensalza que la localidad que le vio nacer, vivir "y donde quiero morir", lo tiene todo: "Como indica su nombre, es una villa de vicio, de abundancia. Es una de las villas con más encanto y más bonitas de Asturias. Tiene el paisaje de la ría, la mar, la costa, los monumentos románicos...", enumera. Unos valores que seguirá remarcando desde su nueva ocupación.
