La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Nueva denuncia del SIPLA al alcalde de Siero por llamarles "mafia"

El conflicto entre el cuerpo y el gobierno del PSOE se reactiva tras intentar ambas partes reconducir la negociación, sin éxito

Se acabó la paz, si en algún momento parecía que era posible, entre la facción mayoritaria de la Policía Local, afiliada al SIPLA, y el alcalde de Siero, Ángel García (PSOE). El sindicato ha vuelto a denunciar al regidor -ya lo había hecho antes por supuestas amenazas y coacciones, y el pleito fue archivado-, en esta ocasión por catalogar a los agentes del sindicato como "mafia" en declaraciones a los medios.

Ángel García optó meses atrás por abordar la siempre complicada reorganización del cuerpo municipal en Siero. La protesta convocada por el SIPLA en octubre para reclamar mejoras no sentó bien al regidor, que les respondió con acusaciones de absentismo laboral y de contar con vacaciones y horas extra de más. Ahí recibió la primera denuncia, que ha sido archivada.

En todo este tiempo, la tensión entre gobierno local de Siero y el SIPLA ha ido en aumento, lejos de encontrar una solución.

Sin su puesto se quedó el anterior Comisario Jefe y también el que le sustituyó temporalmente en el cargo, dejando el mando del cuerpo en manos del delegado del sindicato rival -la facción minoritaria que ahora controla el cuerpo- del CSIF.

Después de numerosas acusaciones cruzadas y manifestaciones, el conflicto pareció llegar a un punto muerto. El Alcalde se ofreció a apartarse de la negociación entre el SIPLA y el gobierno para poner fin a la tensión.

No funcionó. Aunque el que se sentó en la mesa de negociación fue el concejal de Seguridad Ciudadana, Víctor Villa, fue imposible encarrilar la situación. En principio, el acuerdo era empezar a lavar los trapos dentro de casa, es decir, que el conflicto dejara de trascender al público.

Sin embargo, el SIPLA consideró inaceptables los términos y decidió levantarse de la mesa de negociación. Dos días después, presentó su segunda denuncia contra Ángel García, que ahora tendrá que acudir a un proceso de conciliación, un paso habitual en querellas de ofensas al honor, que a menudo suele resultar poco efectivo (a la luz de las cifras). De fracasar esta primera mediación, el siguiente paso sería ver si el juzgado sierense acepta a trámite la denuncia de los policías. Y abrirse así un nuevo episodio de disputas.

Compartir el artículo

stats