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Los usuarios de La Cebera aplauden la prohibición de entrar con el coche

"Se convertía en un basurero", apuntan los vecinos, que reclaman una zona de aparcamiento a la entrada para la temporada estival

Elio Iglesias pasea en bici por La Cebera. P. F.

El parque de La Cebera, en Lugones (Siero) abrió al público hace apenas dos semanas, aunque con restricciones al tránsito rodado. De hecho, una gran valla prohíbe el paso de vehículos a su interior. Esta situación perjudica a quienes quieran adentrarse aún más en este espacio natural en su coche, pero beneficia a los usuarios que habitualmente recalan en este lugar para dar un paseo, hacer ejercicio o pasear al perro. En la mañana de ayer, muchos eran los vecinos que transitaban por la zona y todos veían con buenos ojos la decisión del Ayuntamiento de Siero de prohibir la entrada de vehículos en este parque sierense.

Silvia García acudió a La Cebera para dar un paseo con su perro. "Hacía mucho tiempo que no venía. Vi el otro día que estaba cerrado a coches y no encuentro mucha diferencia en dejar el coche a la entrada a pasar con él hasta la explanada", comenta. En su caso, considera que el hecho de prohibir el tránsito rodado en el interior supondrá una congestión de coches en temporada alta en la zona de entrada al parque. "Ahora hay poca gente, pero cuando venga mucha no es viable dejar los coches en la carretera. Tendrían que habilitar un sitio más amplio para aparcar fuera", comenta.

Y es que el sitio que existe a la entrada de La Cebera apenas dispone de espacio donde estacionar vehículos. A lo sumo, podrían estar aparcados en fila alrededor de una docena. Resulta inviable estacionar de otro modo, tanto en batería como a los dos márgenes de la carretera, por la estrechez de la vía.

La Cebera fue ayer por la mañana escenario de una sesión de fotos de preboda que realizó Pablo Álvarez. Este profesional de la fotografía comentó que "las otras veces que había venido podíamos aparcar arriba. Aquí viene mucha gente a entrenar y otras cosas. No entiendo muy bien la razón por la que lo cerraron al tráfico", comentó.

Otro de los vecinos que recalaron en La Cebera fue Elio Iglesias, quien estuvo practicando ciclismo. En su caso, era la primera vez que visitaba este parque lugonense. "Es la primera vez que vengo a La Cebera. La mayor parte son sendas, así que los coches por aquí no veo por qué tienen que pasar", comentaba.

Zona de "cruising"

Otro vecino, que asiduamente pasea a su mascota por La Cebera, pero que prefiere mantenerse en el anonimato, dice estar contento con que se haya cerrado al tráfico rodado el parque. "Me parece bien porque había gente que venía aquí a mantener relaciones sexuales y tiraban los preservativos, jeringuillas y de todo. Se convertía en un basurero por dejar pasar los coches", comenta. Y es que La Cebera también era una zona habitual para la práctica del "cruising" (actividad sexual en lugares públicos), debido a la cercanía con poblaciones cercanas y a la intimidad del lugar, rodeado de naturaleza. Ahora, parece que este tipo de práctica sexual se ha trasladado unos metros más atrás, cerca del colegio Santa Bárbara, donde existe un pequeño aparcamiento apartado del tráfico de vehículos y de las viviendas.

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