Los trabajos definitivos para poder reabrir la piscina de Lugones ya están en marcha. Tras su cierre por filtraciones y defectos en el suelo, se probaron varias soluciones menores que no dieron resultado, obligando a una obra mayor, dividida en dos fases, que concluirá a mediados de junio. El coste de esta segunda parte de la actuación -recientemente iniciada- es de 85.173 euros, que se suman a los 30.000 que se invirtieron en la primera fase. De esta manera se cumplirá con los plazos de tener lista la piscina para verano, aunque su apertura en esas fechas es improbable a raíz de la alarma sanitaria.
Los problemas se detectaron el pasado agosto, justo el mes en que la instalación permanece cerrada para labores de mantenimiento. En aquel momento se intentó dar una primera solución al problema. Tras vaciarla, aplicar el método y volver a llenarla, las grietas y filtraciones no acababan de remitir. Esta operación se repitió en otras dos ocasiones, pero la presión causada por el agua continuaba provocando problemas.
La última parecía haber dado resultado finalmente. La actividad se reanudó e incluso se abrió la inscripción a través de internet para los cursillos de natación. Sin embargo, la persistencia de los problemas obligó al Consistorio a anunciar que se cancelaba la inscripción para, a continuación, alertar del cierre indefinido de la piscina y devolver el coste de la matrícula.
Vista la situación, el Ayuntamiento optó por hacer una obra mayor, dividida en dos fases. La primera se ejecutó entre diciembre y febrero, consistió en sustituir el sistema hidráulico y tuvo un coste de 30.000 euros.
La segunda es la que ha comenzado en los últimos días. En concreto, se va a retirar el revestimiento cerámico actual, para proceder al relleno mediante mortero y posterior impermeabilizado antes de volver a azulejar. La obra habrá acabado en dos meses, es decir, a mediados de junio.
Sin embargo, la apertura de la instalación está en el aire. La crisis por la propagación del COVID-19 mantiene cerradas todas las instalaciones del Patronato Deportivo Municipal (PDM) y no hay visos de que se vayan a levantar las restricciones en las próximas semanas.
Algo que complicaría su apertura futura, ya que el gobierno municipal solo tiene para pagar a los trabajadores del PDM hasta octubre y el organismo podría incluso disolverse si no se encuentra otra opción.
