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La iglesia de Suares, como nueva y sin goteras gracias a los feligreses

El centenar de vecinos se moviliza y logra recaudar casi el 90% de los 12.000 euros para reparar el tejado del templo yerbato

La iglesia de Suares. V. Montes

Los feligreses de la iglesia de Santa María de Suares, en Bimenes, sufragaron casi la totalidad del coste de la obra de reparación de este templo. Así lo corrobora el párroco, José Manuel Francisco Fueyo, quien además concreta que los vecinos, además de sus donaciones individuales, vendieron lotería de Navidad y con ella sacaron casi 3.000 euros. La reparación de la iglesia yerbata finalizó estos días. Consistió en reparar el tejado, que estaba en pésimas condiciones, así como en pintar tanto las paredes exteriores como interiores y aprovecharon la oportunidad para habilitar una acera a la entrada de la iglesia, así como parte del sistema eléctrico del inmueble.

Francisco Fueyo concreta que estas actuaciones tienen un coste que ronda los 12.000 euros, de los que “el 90% se consiguieron de aportaciones de los vecinos”. Un hecho que agradece y más teniendo en cuenta la población de Suares, que ronda el centenar de habitantes.

La iniciativa de arreglar la iglesia de Santa María partió de un grupo de feligreses que hace dos años se propusieron buscar fondos ante el deterioro del templo religioso y empezaron esta labor hace dos años. Una de las promotoras de esta iniciativa, Viri Castro, decía por aquel entonces: “Esta iglesia la hizo el pueblo, la gente trabajó mucho y pusieron mucho dinero”. Y es que la iglesia de Santa María se construyó en 1969 gracias al apoyo y la colaboración de los feligreses, quienes ahora volvieron de nuevo a ayudar a la parroquia en su reparación.

La situación de la iglesia de Santa María de Suares era cada vez más ruinosa. El párroco reconoce que en los últimos meses “llovía literalmente dentro de la iglesia porque había goteras, que además estropearon la pintura del interior. Por eso aprovechamos a pintar las paredes del interior y del exterior”. Ahora solo queda que se levante el estado de alarma para que los feligreses puedan disfrutar del remozado templo religioso de Suares.

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