Paula Cuervo anticipa cómo será el verano candasín. Las grandes aglomeraciones quedarán a un lado para salvaguardar la seguridad de los vecinos y turistas. Y el dinero que antes se destinaba a financiar grandes eventos se dedicará a las personas más vulnerables y a revitalizar la economía local.
- ¿Qué medidas van a adoptar para salvar el turismo?
-El compromiso unánime de la Corporación de Carreño es trabajar en reactivar la economía local después de este parón sin precedentes. El jueves pasado se aprobó el presupuesto y con él las primeras medidas adoptadas frente al covid-19, por importe de 136.000 euros. Para hacer frente a esta pandemia es necesario reactivar la economía, inyectar liquidez para que los establecimientos puedan adaptarse a la situación, y es clave la modernización digital de los negocios. Mejorar la conectividad y contar con banda ancha en todo el concejo es imprescindible porque los turistas demandan conexión y escogen destino, hacen sus compras y gestiones a través de la tecnología. Por lo tanto, seguir avanzando en aplicaciones móviles para abrir nuestros recursos y paisaje al resto de localidades se hace cada vez más necesario.
- ¿De qué punto parten?
-Podemos garantizar nuestra fortaleza como un municipio turístico. El puerto pesquero y deportivo de Candás se cruza con toda una red de sendas de interior, como el Camino de Santiago, y todo ello invita a hacer parada en Carreño, para disfrutar de las tradiciones marineras y su excelente gastronomía. Las paneras y hórreos estilo Carreño, los valles interiores, la necrópolis tumular del Monte Areo y los alojamientos rurales no dejarán indiferentes a quienes nos visitan. Todo ello será nuestro punto de partida para retomar nuestro modelo turístico de una manera eficaz.
- Eventos como el Festival de la Sardina, el Rally de la sidra y otras romerías con orquestas cuentan con abundante público. ¿Han pensado en limitar aforos?
-Es evidente que no se puede bajar la guardia en el control de la pandemia. Todo apunta a que este año no se podrán acoger macroeventos festivos con la magnitud y público de anteriores ediciones. Estamos trabajando en la concreción a nivel local de un plan de contingencia y transición hacia una nueva normalidad. Las decisiones concretas y definitivas se aportarán por el ministerio de Sanidad y resto de autoridades delegadas, como la Consejería de Sanidad. Por tanto, es prematuro saber si se podrán celebrar o no y, desde luego, de poder desarrollarse las celebraciones no podrán ser tan masivas como en ediciones anteriores. Hay que ser muy conscientes que está en juego la salud y que previsiblemente este año no tocarán grandes eventos. El covid-19 ha puesto en jaque la programación de actividades socioculturales, deportivas y festivas. Que no quepa duda que suspenderlas son decisiones tristes y difíciles, y que en función de lo que nos indiquen las autoridades sanitarias habrá que tomarlas por responsabilidad y para proteger la salud de la ciudadanía, que es la prioridad en Carreño y ha de serlo en todo el mundo.
- ¿Cómo será entonces el verano candasín?
-Este verano tenemos que tomarlo como atípico y de transición hacia esa deseada nueva normalidad. Muy probablemente tendremos que dejar a un lado los grandes eventos y las fiestas estivales adaptándonos a las inéditas circunstancias. El Ayuntamiento va a actuar siempre de manera responsable y leal para superar cuanto antes la crisis generada por el coronavirus y va a potenciar su papel de dinamizador de la economía y de la actividad social y cultural del municipio, manteniendo y ampliando la prestación de los servicios públicos como garantía para proteger al vecindario y, en particular, a los colectivos más vulnerables.
- ¿Qué fórmulas se pueden adoptar para paliar la posible caída del turismo?
-A nivel local, si no podemos hacer uso de nuestros remanentes estaremos muy limitados para poder innovar a este respecto. Hasta la fase II de la desescalada ni siquiera está previsto que se pueda permitir el turismo activo y de naturaleza para grupos. No está previsto que se permitan viajes a distintas provincias hasta que finalice la fase III. Por lo tanto, en la recuperación del turismo nacional habrá que tener muy presente las recomendaciones sanitarias y colaborar con las acciones y planes de los gobiernos autonómico y estatal. Para hacer frente a las ayudas sociales y económicas al empleo autónomo hemos tenido que reducir las partidas de promoción turística y festejos, por lo que será determinante que se flexibilice a nivel estatal la regla del techo de gasto para poder impulsar iniciativas y proyectos puntuales que atraigan gente al municipio.
- La hostelería y el comercio local son los grandes perdedores de la crisis sanitaria. ¿Cómo se podrían reflotar estos negocios?
-Existe una alta probabilidad de que las actividades que se venían organizando en la temporada estival no puedan llegar a celebrarse tal y como se venían realizando. Este es uno de los motivos por los que articulamos ya unas ayudas municipales directas y complementarias con otras ayudas que puedan recibir. Viendo el alcance de la crisis sanitaria será muy difícil que en la temporada estival los negocios y la ciudadanía puedan volver a su actividad normal; por eso, seguimos trabajando con la fórmula de juntas de portavoces telemáticas y estamos viendo cómo ayudarles a mantener su negocio y los puestos de trabajo. Sobre la mesa están las reducciones en las tasas y ver hasta dónde se puede flexibilizar la instalación de terrazas, teniendo en cuenta la orografía de Candás, que no en todos los casos permite ampliar.
- ¿Han pensando en alguna acción turística para contrarrestar las pérdidas por la cancelación de eventos?
-Las cancelaciones de eventos que habíamos logrado programar, sin duda, suponen un revés para la economía local. La pandemia ha hecho que ningún tipo de evento pueda celebrarse en fechas actuales, pero ¿qué pasará en el futuro cercano? Dada la coyuntura estamos barajando todo tipo de previsiones, ojalá se puedan llevar a cabo algunas iniciativas que teníamos en marcha como el "Regueirada Fest", previsto del 22 al 25 de octubre. Un novedoso festival del libro y de la cultura asturiana con vocación de mantenerse cada año en Candás. Lo teníamos muy avanzado con la Dirección General de Política Lingüística. Toca reinventarse y, en función de los que nos permitan o no, intensificar más que nunca la cooperación para promover acciones y llevar a cabo actividades que permitan recuperar esa ausencia de ingresos.
