La pelea de Dani Suárez contra la leucemia acabó ayer. Su fallecimiento deja un vacío imposible de llenar en Pola de Siero y en el club donde ejercía como entrenador, el CD Romanón. Su lucha contra la enfermedad, carácter amable y ejemplar conquistó a todos, trascendiendo las fronteras del concejo. Ayer, los que lo conocían lamentaban su fallecimiento: "Era un ejemplo de lucha, de humanidad. Lo era todo", resumían llorosos sus allegados.
La fatal noticia se confirmó esta mañana. Tras tres años combatiendo la enfermedad, su luz se apagó. "El sábado estuvo de barbacoa con los amigos. Sabíamos que había recaído. Por la noche se empezó a encontrar mal y hasta hoy", explica su tío.
Nadie se lo esperaba, ni sus consanguíneos ni su otra familia, la del fútbol: "No lo podemos creer", apuntaba entre sollozos Dolores Fuego, del CD Romanón.
En el club no escatiman palabras de elogio y cariño hacia su figura. Fuego le eleva a la categoría de "símbolo", recordando que el club -al que llegó como entrenador en 2014- "era su vida".
Suárez tenía limitaciones visuales y no pudo entrar como jugador, pero, siendo un gran amante del balompié, decidió dedicarse a los banquillos "cuando sus amigos comenzaron a jugar aquí".
Esa pasión nunca la abandonó, ni al final. "Estuvimos siempre en contacto. Pedía que le llevaran los partidos para verlos desde la cama", subraya Fuego. Desde el hospital corregía la táctica y se comunicaba con el equipo, además de no perder partido alguno de su querido Sporting de Gijón.
"Nos transmitía muchísima fuerza", reconoce la representante del equipo, que destaca su lado humano: "No es posible explicar con palabras lo que significó para nosotros. Tenía un humor muy peculiar. Era un luchador increíble y muy maduro para su edad. Incluso estando muy malo nunca tuvo un mal gesto, era ejemplar", concluye.
También parte del club, a la vez que concejal en el Ayuntamiento de Siero, Eduardo Llosa se mostraba muy afectado por la pérdida de Suárez. "No sé ni qué decir. Era un chaval genial, involucrado en todo, especialmente con los críos".
El edil anuncia que mañana se llevará a cabo un homenaje a Suárez en el campo de fútbol de El Bayu. Una vez abandone el tanatorio, su féretro será conducido a la instalación deportiva. Allí podrán acompañarle todos los que lo deseen, siempre manteniendo las medidas de seguridad. Sus allegados leerán un comunicado y después lo llevarán al cementerio de Santolaya.
Más allá de la relación con el Romanón, su familia también destaca otras facetas. "Era un chaval excepcional. Se preocupaba más por que no sufriera la familia que por su propio dolor", explica su tío. Tenía pareja desde hace siete años. Ella siempre le acompañó en le hospital, "incluso en Barcelona cuando tuvo que ir a tratarse".
Los amigos también tenían un papel fundamental en su vida. "Era un ejemplo de vitalidad y optimismo", apuntan, recordando que "tuvo que fallecer el mismo día que Messi (uno de sus referentes) cumple años".
