Los respiradores autónomos BoLife fabricados en Noreña e Infiesto ya están dando servicio a los hospitales de Venezuela. Este innovador invento -no necesita de electricidad y consigue mayor concentración de oxígeno en sangre- es obra del noreñense Dani Rajo y otros compañeros del servicio de emergencias de Cataluña y Madrid. Por su parte, el director del proyecto, el venezolano afincado en la Villa Condal Alain Díaz, ha sido el encargado de gestionar la donación a su país natal.
Lo ha hecho a través del colectivo Dividendo Voluntario, con el que colabora Unicef y relacionado con el colegio donde estudió Díaz.
Los respiradores tardaron más tiempo del esperado en llegar por complicaciones en las aduanas, pero finalmente ya se están utilizando. En concreto, los equipos elaborados en Noreña están dando servicio a los hospitales Pérez de León y Domingo Luciani.