Solo dos regiones españolas mantienen el peso del empleo fabril desde 2009 (y Asturias es una de ellas)

Asturias es una de las dos comunidades autónomas en las que el peso del empleo industrial sobre el conjunto de la ocupación laboral no se ha resentido desde la crisis financiera. Mientras en quince de las diecisiete comunidades autónomas el peso relativo de la industria se redujo desde el primer trimestre de 2009 y hasta el mismo periodo de este año entre 0,5 puntos porcentuales (La Rioja) y 3,7 puntos (Cataluña), en Aragón aumentó en tres décimas y en Asturias en dos, según la encuesta de población activa (EPA).

La excepción asturiana podría dejar de serlo en la medida en que ArcelorMittal pretende acometer un ajuste de 131 empleos y anticipa más recortes para 2026, cuando entre en actividad la nueva acería eléctrica, y en tanto que Saint Gobain acaba de plantear el cierre de una de sus líneas de producción en Avilés. Sin embargo, la próxima puesta en marcha de la planta de Exiom en Langreo y la de Royal A-ware en Salas, amén de otros proyectos (el de Windar en la antigua planta de Alcoa, los que propugnan Duro Felguera y Zima en El Musel también para eólica marina, y, de confirmarse, la planta de Ionway en El Musel para la producción de precursores activos de cátodo para baterías del coche eléctrico) podrían contrarrestar ese efecto y seguir sosteniendo la cuota de empleo industrial sobre el conjunto de la ocupación.

Galicia, Cantabria y Asturias lideran la mejora de las instaciones empresariales

No obstante, y pese a que la región ha logrado perpetuar (excepcionalmente con Aragón) el peso de su empleo industrial, la comunidad no destaca entre las regiones con mayor preponderancia del empleo fabril. La industria aporta en Asturias el 15% del empleo, según la última EPA, lo que sitúa a la región en décimo lugar, por detrás de Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón, Cataluña, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria y Galicia. Esto es así pese a que el Principado ocupa la sexta posición por la contribución del sector secundario al PIB (producto interior bruto) de la comunidad (rebasa ligeramente el 20%), solo por detrás de Navarra, La Rioja, País Vasco, Aragón y Cantabria. Esta aparente discrepancia se puede atribuir al aún elevado peso en Asturias de algún subsector menos intensivo en empleo, caso del energético. De hecho, si se toma en consideración solo la parte del PIB atribuible a la industria manufacturera, Asturias baja también a la décima posición.

En el caso del sector servicios, Asturias es la novena comunidad por el peso del empleo del sector servicios (74,2% del total) y la segunda región en la que menos aumentó la ocupación en este tipo de actividades terciarias desde 2019, según datos recopilados por Efe. Esto implica que el proceso de terciariación de la economía asturiana es el segundo más lento del país. El contrapeso lo ofrece la construcción, además de la industria. Asturias es la quinta región con mayor porcentaje de ocupados en la construcción (7,5%) y fue la segunda en la que menos se contrajo el empleo (2,9%) en los últimos quince años.

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