El grupo de voluntarios “Antivelutina Pravia” está desbordado. Tienen unos 20 nidos de los que ocuparse en lista de espera, están en pleno trampeo otoñal y, además, no paran de recibir peticiones de todas partes de Asturias para actuar en otras zonas. Pero no pueden hacerse cargo: sólo tienen permiso para utilizar las armas con las que disparan veneno a los enjambres en el municipio praviano.
“Tenemos peticiones a diario por la página de Facebook, contactan con nosotros muchos particulares y tenemos que explicarles que no podemos por los permisos de las armas. Les decimos que contacten con la plataforma de aviso para toda Asturias o con su ayuntamiento”, señala Sonia Álvarez, concejala y coordinadora de “Antivelutina Pravia”. El colectivo praviano anima a vecinos y a ayuntamientos a que impulsen sus propios grupos de lucha contra la avispa asiática.
La coordinadora del colectivo de Pravia explica que, a partir del reportaje publicado por LA NUEVA ESPAÑA el pasado septiembre sobre la actividad del grupo, varios Consistorios han contactado con ellos para asesorarse, pedir información sobre cómo han organizado a los voluntarios o sobre cómo obtener los permisos de armas. “Además es importante que lo hagan todos los ayuntamientos porque así cubres bien las zonas y evitas que entren por otros concejos”, sostiene. En ese sentido, destaca al grupo de Salas, que tiene años de experiencia y aconsejó a su vez al praviano. “Si todos lo hacemos, erradicamos la especie”, apostilla.
En Pravia, aún hay trabajo para rato. Los voluntarios están inmersos en la fabricación e instalación de trampas a lo largo del otoño y, además, siguen retirando nidos. “Ahora cae la hoja y se ven mucho mejor”, detalla Álvarez.
Tienen, incide, una lista de espera con veinte ubicaciones de nidos de velutina a los que que esperan poder hacer frente este fin de semana.
