La batalla por la conservación de los tres monumentos que componen el patrimonio catalogado de Cayés (Llanera) sigue muy viva. La asociación de vecinos se reunió ayer telemáticamente con el director general de Patrimonio, Pablo León, que se comprometió a solicitar fondos a la Consejería de Cultura –a cuya estructura está integrada su departamento– para arreglar el puente romano de la parroquia, en 2021. Que se realice esta actuación –ya prometida en 2015–, no resulta suficiente al colectivo vecinal, que urge la restauración del palacio de los Díaz de Campomanes, del molino y de la capilla, que junto al paso romano componen el conjunto de “la Ponte”.
Luis Álvarez, presidente de la asociación, pide, “simplemente”, que se cumpla con las normas de preservación que marcan las leyes. Indica que el conjunto está catalogado –“tiene el segundo reconocimiento más alto después del Bien de Interés Cultural”– y se siente en la responsabilidad de mantener ese legado: “Si borramos la huella del pasado, fomentamos la amnesia colectiva”, subraya, poético.
La situación que expone el portavoz de los vecinos es la siguiente. Por un lado, el puente, “lleva con unas vallas metálicas varios años y deben sustituirse por los antiguos pretiles, además de realizar una reparación parcial”.
Sobre la capilla, indica que se llevó a cabo la restauración del techo, pero sigue faltando “la conservación del resto”. Lo mismo que en el caso del palacio, del que expone que está “en mal estado de preservación”.
No son reivindicaciones recientes las de Cayés. Álvarez recuerda que, en 2015, ya les prometieron llevarlo a cabo “en cuanto hubiera disponibilidad presupuestaria”. Sin embargo, llegado 2020, se encuentran volviendo a rogar por ello “y eso que ya ha habido varias cuentas desde entonces”, apostilla el portavoz de la asociación vecinal.
La inquietud no acaba en los monumentos clásicos. Cayés, con su prematura industrialización, pudo contar con edificios destinados a empresas que también se consideran patrimonio local. Entre ellos uno especialmente valioso, el que diseñó el arquitecto Ignacio Álvarez Caestelao.
Su estado tampoco es óptimo y por ello urgen medidas de conservación que permitan también mantener los vestigios de una de las épocas doradas de la zona. Por el momento, en la reunión mantenida ayer, Álvarez consiguió arrancar a León el compromiso de buscar financiación para ejecutar la reparación del puente durante 2021. El resto, tendrá que esperar.
