Fue más limitado de lo que les hubiera gustado por culpa de la pandemia, pero los compañeros de Begoña de la Roza pudieron dar una cariñosa despedida a la investigadora con motivo de su jubilación –ayer mismo cumplió 65 años– del Serida de Villaviciosa, en el que estaba al frente de valoración de alimentos en el Área de Nutrición, Pastos y Forrajes. En el exterior de la sede le entregaron un detalle al tiempo que le dedicaron un sonoro aplauso. En la foto, de pie en el centro, Begoña de la Roza, tras recibir el regalo.