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El mal tiempo obliga a suspender temporalmente la exhumación de la fosa de El Rellán, en Grado

La asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica prevé retomar la intervención "en dos o tres semanas"

Suspensión temporal de la exhumación de la fosa común de El Rellán, en Grado

La acumulación de barro y agua ha obligado a suspender provisionalmente la exhumación de los cuatro cuerpos que han sido hallados en la fosa común de El Rellán, en Grado, de víctimas de la represión franquista. La finca, conocida también como "La Chabola", estaba impracticable, lo que impidió continuar con la intervención, que se retrasa "dos o tres semanas", explicó Marco González, de la asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).

"Estamos en el fondo del prao, que recoge todas las aguas de las lluvias de estos días y, antes de seguir, preferimos que los restos estén protegidos pero vamos a volver para terminar de una vez esta exhumación, que se ha retrasado más de lo que hubiéramos querido", añade.

Hace casi un año, en julio de 2020, comenzó la actuación arqueológica con la prospección del terreno en la que descubrieron tres cuerpos enterrados. Los evidentes signos de violencia en los restos y la abundante cantidad de material balístico motivaron que el Juzgado de Grado paralizase la actuación, que duró hasta el pasado mes de abril, cuando un auto dio vía libre a la intervención. Un retraso que se debió a la tardanza de un informe forense sobre los restos hallados, que fue requerido en varias ocasiones por el colectivo. "Lo lógico es que en un mes o dos lo hubiéramos hecho pero pasó casi un año", recuerda González, quien lamenta que no haya sido la autoridad judicial la encargada de llevar las riendas de la investigación.

Así, el pasado mes de abril, retomaron las labores de prospección del terreno determinando que había un cuerpo más en la fosa. Asimismo el informe indica que el enterramiento podría tener continuidad por debajo de la antigua granja de cerdos que fue construida con posterioridad a los asesinatos. Una investigación que iniciarán en próximas campañas pero antes habrá que derribar el inmueble, que contiene elementos de amianto por lo que será necesario un desmontaje especializado. Se trata de un objetivo que ya estudia el Ayuntamiento de Grado, propietario de la finca desde 2019, cuando la adquirió el equipo de gobierno de IU para permitir la exhumación.

Además, en paralelo a las labores arqueológicas, los voluntarios han tomado muestras genéticas a los familiares que saben o sospechan que sus antepasados fueron asesinados y arrojados a las fosas de El Rellán en la postguerra. Un total de 29 familias, cuyos datos también fueron puestos a disposición del Jugado moscón para que se iniciase una intervención oficial, que han dado una respuesta masiva a la convocatoria de la ARMH, llegando incluso desde Bélgica. "Estamos sorprendidos de la cantidad de gente que vino, aún con el tiempo y la lluvia constante y es una imagen curiosa que evidencia al Estado español, los familiares vienen aquí a pisar barro en medio de un prao para dar una muestra genética en una carpa para que alguien identifique a los suyos. Es vergonzoso", afea González.

Hasta El Rellán acudió el Alcalde de Grado, José Luis Trabanco, quien tiene la exhumación de la fosa común como uno de los objetivos de su mandato. "Me imagino que en breve estaremos aquí de nuevo, tengo muchas, muchas ganas de que se haga la exhumación, las familias llevan décadas esperando", señaló.

Según indicó la ARMH, la idea es retomar la intervención arqueológica cuanto antes y estiman que en dos o tres semanas podrán cuadrar la agenda para que regrese el grupo de voluntarios a El Rellán y concluir la exhumación de las cuatro víctimas advertidas hasta el momento para proceder a su identificación y vinculación con las muestras genéticas recogidas entre los familiares. El siguiente paso será derribar la conocida popularmente como "La gochera" para iniciar la prospección del terreno donde los arqueólogos aprecian que puede haber más víctimas.

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