Candás (Carreño),

Borja GARCÍA

Es evidente que los hermanos comparten aspectos en común y por supuesto genes, y también hay casos en los que la unión va más allá de la sangre. María Area, con 74 años recién cumplidos y Rafael Area, con 71, se compenetran como si llevaran toda la vida juntos y en la literalidad de la frase reside el éxito. Acaban de participar en el Campeonato de España Máster de Atletismo, en la categoría de mayores de 70, donde María consiguió cuatro medallas de oro (100 metros lisos, peso, martillo y martillo pesado) y Rafa una medalla (5.000 metros marcha) ampliando así todavía más un palmarés que ya ronda entre ambos las 200 preseas.

Su historia en el mundo del deporte se remonta a cuando eran pequeños, aunque no se desarrolló hasta hace unos 20 años. Formaban parte de una familia grande, ya que en total eran nueve hermanos, pero siempre ellos dos fueron de la mano, explica Rafa entre risas. “Empezamos en el deporte de niños, cuando corríamos después de que nos pillaran robando manzanas”. Dejando de lado las anécdotas, siempre fue Rafa el que estuvo más vinculado al atletismo, ya que de hecho preside el Club Ocle de Carreño, y cuando María tenía 55 años le picó el gusanillo: “Me metió él a mí. Me dijo que no era capaz y me apunté a la carrera que se celebra de Candás a Luanco. Fui casi sin prepararla y no habíamos llegado a El Llagarón y ya quería ir para casa”. Pero al final aguantó, y fue el punto de partida de lo que se convertiría a partir de ahí en una vida pegada a una pista de atletismo.

El caso de Rafa es distinto. Siempre estuvo vinculado al maratón y entrenaba yendo hasta el Cabo Peñas, pero un día viró a la marcha: “Hace 20 años en la Maratón Valle del Nalón iba andando por El Entrego y andaba tan rápido como otros corriendo. El entrenador me dijo que cómo no me metía a marcha”. Hasta ahora, que acaba de proclamarse Campeón de España en 5000 metros en +70, batiendo incluso la mejor marca del campeonato. Y eso que todavía pudo haber bajado más el crono: “Iba distraído y de repente sonó la campana. Pensaba que quedaban cinco vueltas más”.

El desempeño de María ha llamado la atención incluso de clubes deportivos de fuera del Principado, ya que la han llamado desde el País Vasco para intentar ficharla: “Me daban ropa, me abonaban los desplazamientos a los campeonatos incluso algo me pagaban. Pero dije que el presidente del Club para el que corría era mi hermano y que eso no se negocia”.

Ambos acostumbran a visitar la remozada pista anexa al Polideportivo de Candás y han conseguido sobreponerse y rehacerse tras el confinamiento, en el que la falta de deporte se hizo dura para ellos, asegura María. “A nuestras edades un año sin competir es un abismo. Cuando se pudo era solo entrenamiento de mantenimiento,”.

Los objetivos de ambos ya están puestos en los campeonatos del año próximo, en el que las rivales de María están pendientes de la fecha para saber si podrán optar a ganar: “Mi cumpleaños cae por esas fechas y mis compañeras me dicen que a ver si cae justo una vez que haya cumplido 75 para que pase a la siguiente categoría”, bromea, movida por la adrenalina que les hace competir como chavales.