“Estamos muy contentos con la participación. Tuvimos más de una veintena de puestos, e incluso hubo algunos que vinieron de León”, resalta la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, sobre el fin de semana en la Villa Condal, donde hubo mercado, se organizaron juegos tradicionales y todo concluyó con una rifa benéfica. Además, las terrazas estuvieron llenas. Cientos de personas se acercaron a disfrutar de la X Jornada de la tapa, en las que participaron quince establecimientos.

El sábado fueron los “Gascones” quienes se encargaron de llenar de música el vermut de Noreña. Por la tarde, solo hubo un pequeño amago de llover, pero las calles estuvieron concurridas igual. Hubo algunos puestos, incluso que agotaron sus existencias.

Ayer, domingo, hubo un ambiente similar, pero lució el sol durante todo el día. Estaban programados juegos tradicionales y una actuación musical de la bandina “El Busgosu”. Además, también estaba prevista una rifa benéfica. En ella se sorteaban sabadiegos y una cesta con diferentes conservas, que se hizo al mediodía. A coste de un euro por papeleta, hubo un total de ocho premios, con lotes de sabadiegos y una cesta. Todo lo recaudado irá destinado para Afesa, la asociación para familiares y personas con problemas de salud mental que tiene la sede en el Palacio Miraflores de la Villa Condal.

Álvaro Díaz, dueño de El Molín del Nora, con sus minipizzas . | I.G.

El bullicio no cesó durante todo el fin de semana en Noreña. El mercado iba acompañado de una jornada gastronómica, como forma de compaginar diferentes actividades culturales. Era por la X Jornada de la tapa, que regresaba a la Villa Condal después de un parón debido al covid. Este año, la Junta de Hostelería Local decidió que no habría concurso. Pero tenían muchas ganas de volver a mostrar sus creaciones a los vecinos. Quince establecimientos se apuntaron.

Entre ellos, estaba el de Álvaro Díaz, de El Molín del Nora, que ofrecía una “minipizza de tomate”. El joven regenta el local junto a su padre, y tan solo llevan abiertos alrededor de un mes y medio. Según cuenta, tenían una empresa que hacía licores, también en Noreña, y les apeteció ampliar el negocio familiar.

De comida, son especialistas en pizzas, pero en su carta de bebidas tienen una amplia gama de productos artesanales, como el vermut. De momento, están teniendo muy buena acogida entre sus clientes: “La jornada de la tapa es una oportunidad muy buena para darnos a conocer”, destaca el joven hostelero noreñense.