El Ayuntamiento de Grado se pone serio con los edificios abandonados y en ruinas. El equipo de gobierno, de IU, anuncia que valora la posibilidad de realizar de oficio las obras necesarias en los inmuebles y trasladar después los costes a los dueños que han desatendido las órdenes municipales de ejecución enviadas por el área de Urbanismo. Los responsables municipales avanzan que se tomarán medidas de este tipo, las “más drásticas”, en más de una veintena de propiedades ubicadas en la villa moscona, algunas de ellas en el casco histórico.

El gobierno local alega que los inmuebles abandonados y en ruinas suponen “un riesgo real” para la seguridad de los ciudadanos y de las viviendas colindantes, donde se dan problemas de humedades, daños y plagas que son notificados constantemente por los afectados a los servicios técnicos municipales. Por ello, el departamento urbanístico lleva meses realizando una campaña de órdenes de ejecución a los propietarios al tiempo que hacen un seguimiento “exhaustivo” de los daños estructurales en los edificios.

Son muchos los inmuebles abandonados o en ruina, más de una veintena, y algunas calles dan muestra de ello como Cimadevilla, Alonso de Grado o las Calles Nuevas, generando focos de insalubridad pública. Algunas propiedades han atendido los requerimientos municipales pero no todos los dueños reparan las deficiencias o proceden al derribo.

Una situación “de dejadez e incumplimiento de sus obligaciones”, estima IU, que les lleva “a incrementar la dureza de las medidas tomadas hasta ahora”. Es decir, el Ayuntamiento valorará en cada expediente ejecutar las obras necesarias para evitar problemas de seguridad con los edificios, pero la factura la pagarán los dueños.