Los alumnos de la Escuela Rural de Logrezana han disfrutado de jornadas en las que han mezclado diversión y aprendizaje sobre la cultura asturiana. Así, el viernes, no solo celebraron un amagüestu, sino que además le sumaron actividades y juegos típicos con mucha vinculación con la gastronomía.

Mayar manzanas, tamizar harina o desgranar maíz son rutinas típicas de las escenas tradicionales de las zonas rurales. Para que el paso del tiempo no las borre sirven iniciativas como esta del centro educativo que busca rescatarlas. Organizada por David González, director del centro, con el apoyo de Pilar Vega, de “Desfaciendo Maíz”, los nueve alumnos de entre tres y nueve años que acuden a esta escuela rural recibieron una auténtica “Masterclass” en la que fueron los principales protagonistas.

Aunque el clima no acompañó, con lluvias y frío otoñales, los pequeños llevaron a cabo actividades tradicionales como mayar fabas, dando golpes a las vainas para poder sacar la faba, una práctica que ya no es tan habitual, aunque aún existe en algunas zonas, donde se hace sobre grandes toldos extendidos en el suelo. También siguieron el proceso de elaboración del pan de escanda, desde la elaboración de la misma harina y, por supuesto, trabajaron con un un clásico como el del mayado de las manzanas.

Toda una serie de tradiciones importantes para que perviva el espíritu rural, como explica Pilar Vega, impulsora de la actividad: “Soy mujer rural y me crié con mis padres y mis abuelos en el campo. Con estas actividades en las escuelas luchamos por el mundo rural y por mantener las tradiciones de antaño”.

Los pequeños se afanaron realizando altas torres con los “tarucos” resultantes después de haber desgranado las mazorcas de maíz y llevaron cestos en la cabeza, pasando también por el típico juego tradicional del aro con cuerda. También llenaron el estómago, ya que hicieron palomitas caseras al estilo tradicional, alejados del microondas, desde los propios granos de maíz y prepararon castañas para llevarse a sus casas un buen botín para los días de frío.

Aprendizaje valioso

Toda una serie de iniciativas con valiosos aprendizajes que encajan a la perfección en la filosofía de la escuela rural, como explica el director, David González: “Los guajes lo pasan pipa. Para ellos esto es adictivo. Deshacen una panoya y entre ellos compiten a ver quien saca más granos o haciendo figuras con los propios granos y ya ves los piques que tienen reventando fabas...”.

Sin duda, fue un día especial en la escuela de Logrezana, que promocionó las costumbres rurales para celebrar en este frío otoño el amagüestu y para buscar que la tradición perviva entre los más pequeños.