La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Enramados a remojo en Carreño

La lluvia no desanimó el certamen de fuentes y lavaderos decorados, al que se presentaron 16 propuestas de las parroquias rurales del concejo

Una de las fuentes y lavaderos decorados ayer para la tercera edición del concurso de enrame de Carreño. | B. G.

Fuentes y lavaderos de la zona rural de Carreño se vistieron ayer de gala para dar la bienvenida a la noche de San Juan. Una tradición que se remonta a tiempos inmemoriales y que también se aprovecha para poner en valor el patrimonio etnográfico de los pueblos embelleciendo estos puntos que en muchos casos siguen siendo lugar de encuentro vecinal.

El sol matinal acompañó la decoración de los grupos vecinales, que enramaron 16 fuentes por todo el concejo, aunque la lluvia ya hizo acto de presencia durante la visita del jurado por la tarde. Aún así, el colorido de las decoraciones y el buen ánimo de los participantes hizo que se disfrutara mucho de la jornada pese a los chubascos.

El jurado dará el veredicto a lo largo del día de hoy para unos premios que se entregarán ya el próximo lunes.

De esta tradición, arraigada en la zona norte peninsular, habló Fernando de la Puente, folclorista y experto en etnografía, y uno de los miembros del jurado que ayer recorrió cada una de las 16 fuentes y lavaderos engalanados por el concejo. Se refirió precisamente al origen de esta costumbre: “Tiene que ver con un culto que está vinculado a la naturaleza y que además se relaciona con la fecundidad. El solsticio rinde culto al agua y a la tierra. La tradición dice que esta noche el agua de estas fuentes tiene propiedades curativas y que incluso la primera mujer que al día siguiente bebe de sus aguas, encuentra pareja”.

Mientras, Fernando del Orrio, artesano floral y Josefina Fernández, del Grupo Xana de Perlora, que secundan las explicaciones de De la Puente, coinciden también con él en el recorrido que realizan sobre aspectos propios de la decoración de los diferentes puntos que se fueron visitando.

Madreñas o sidra

“Si hay algo común a todas las decoraciones es el color de la hortensia”, comentaban entre ellos. Y es que esa era una de las flores que más se pudo ver en todas las fuentes, en la que cada asociación dejaba también algún detalle, que bien podía ser unas madreñas, alguna figura de la cultura propia o algo tan típicamente asturiano como una botella de sidra. El del jurado fue un trabajo complicado. Uno de los motivos de dificultad fue la alta competencia entre las fuentes y lavaderos, algo que destacaron muchos participantes, y que fue puesto en valor por la organización.

Un total de 16 fuentes y lavaderos se presentaron en esta edición, casi el doble de los participantes que se contabilizaron en la cita del año pasado. Las diferentes asociaciones vecinales, comisiones de festejos y familias a título particular decoraron ocho elementos en Perlora, dos en Albandi, tres en Guimarán, uno en El Valle, uno en Regueral y uno en Tamón.

Se valoran tres categorías: la de originalidad e innovación en el enrame, la de tradición y la de popularidad. Este último galardón se decidirá en las votaciones en redes sociales del Ayuntamiento, tal y como explicaban ayer los responsables de la organización.

Compartir el artículo

stats