Adiós a un puesto histórico del mercado de Grado: "Echaremos de menos a clientes y compañeros"

María Jesús Ceñal y José Luis Fernández se jubilan y traspasan su puesto de legumbres y harinas tras casi 40 años en la cita comercial moscona

El mercado de Grado despide a dos de sus vendedores históricos. María Jesús Ceñal y José Luis Fernández González ponen fin el domingo 31 de diciembre a casi 40 años de actividad en la cita comercial moscona, donde tienen el único puesto dedicado en exclusiva a legumbres y harinas. La pareja se jubila, pero su puesto seguirá. Dejan el punto de venta en manos de unos de los productores a los que compran faba, Celia Vallina y Diego Dávila de Argüelles (Siero). Ayer, acudían aún fieles al mercado de los miércoles, que también los ha visto presentes de manera continuada durante cerca de cuatro décadas.

"Lo que más vamos a echar de menos es a la gente, también a los compañeros y el ambiente del mercado, pero nos seguiremos viendo porque nosotros somos de Grado y vamos a seguir viniendo por aquí", comenta Ceñal mientras acaba la jornada en el mercado de ayer. Echarán de menos a los clientes habituales, pero también a los que acuden una vez al año al mercado moscón para comprar un saco de legumbres con el que tiran muchas meses.

Fue hace 39 años cuando iniciaron su trayectoria en el mercado con su puesto de legumbres y harinas, que cogieron en traspaso a dos vendedores míticos del mercado moscón de mediados de siglo XX, Margarita y Cándido. "Empezamos donde Los Arcos, de aquella había mucho mogollón porque había muchos más puestos. También los miércoles había más gente, pero ahora está más parado desde hace años. De hecho, muchos de los vendedores acaban dejando los miércoles y solo vienen los domingos", explica Ceñal.

La pareja ha visto la evolución del mercado en las últimas cuatro décadas, que han estado llenas de anécdotas como los traslados que sufrieron con la peatonalización de la plaza General Ponte y, más recientemente, por la pandemia del covid, que también trajo consigo el pago con tarjeta. "Casi todo el mundo trae algo de dinero para pagar, pero preguntan, yo sigo como siempre, con dinero", apunta.

También destaca las jornadas invernales de frío y lluvia bajo el toldo o los días de calor intenso en el verano, así como el impulso que ha cogido la cita moscona en los últimos años en lo que respecta a la llegada de cada vez más visitantes y turistas. "Reaviva el pueblo, viene mucha gente y cada vez son más los que llegan de fuera de Asturias, preguntan, se informan sobre el mercado y siempre se llevan algo para probar", señala Ceñal.

De estos años lo mejor son los clientes y los compañeros de ventas como María del Carmen Toro, con quien siempre toma el café de la mañana después de haber trabado una estrecha amistad en estas décadas. "En la vida discutimos", dice orgullosa Ceñal. Para Toro, la jubilación de este conocido matrimonio es aún un tema difícil de tocar. "Los vamos a echar muchísimo de menos, fueron muchas batallas juntos y son muy buenos compañeros, a veces incluso mejor que la familia. Siempre están en las duras y las maduras", dice sin poder contener las lágrimas.

La misma pena que tienen los moscones y clientes de toda la vida, quienes en estos días se despiden del matrimonio deseándoles una feliz jubilación y lamentando su marcha por el buen producto y trato que siempre les han dado. También les echarán de menos en el mercado de los martes de Pola de Siero, donde su último día de venta será el próximo martes 19. En la capital sierense son unos fijos desde hace años tras haber pasado también por las citas de Lugones y La Felguera (Langreo).

Lo mejor es que se jubilan con la tranquilidad de dejar su puesto en buenas manos, en las de Celia Vallina y Diego Dávila, de Argüelles (Siero). "Yo vendo las fabas que ellos producen, tienen Indicación Geográfica Protegida (IGP), es lo mismo que van a vender ellos y lo van a hacer muy bien, ya estuvieron el domingo y les fuimos presentando a la gente para que conocieran el ambiente", celebra Ceñal con muchas ganas de cerrar esta etapa "para vivir tranquilamente y viajar todo lo que se pueda".