Pravia honra al médico Nacho Álvarez: "Pasó por la vida de la mejor manera, haciendo bien"

La Casa de la Cultura se llenó para asistir a la presentación de un libro sobre la vida y vocación de servicio de un hombre "abanderado de la amistad"

Juan Álvarez, David Álvarez, Pepe Monteserín, Ramón Abril y Modesto Argüello, antes de la presentación. | A. G.-O.

Juan Álvarez, David Álvarez, Pepe Monteserín, Ramón Abril y Modesto Argüello, antes de la presentación. | A. G.-O. / Alicia García-Ovies

Fue un día emotivo para Pravia y así quedó reflejado en la sala de la Casa de la Cultura, que se llenó para recordar a un hombre que destacaba "sobremanera por su empatía". Juan Ignacio Álvarez, más conocido entre sus conocidos como Nacho, era médico y político. Más importante aún, era "abanderado de la amistad". Un hombre al que le gustaba leer poesía, charlar sin prisa, tomarse un vino con los amigos... Un referente y una persona que supo dejar una huella que amigos y familiares han plasmado en el libro póstumo titulado "Nacho Álvarez. Médico y amigo", editado por Fuente de la Fama y presentado en la tarde de ayer.

El alcalde de Pravia, David Álvarez, fue el encargado de presidir la presentación. "Lo conocí en el año 2014, cuando aceptó el encargo que le hicimos para ser pregonero de las fiestas del Cristo y desde entonces siempre tuvo la cortesía de cuando venía avisarnos y para poder disponer de algún tiempo con él, tomar un café, se acercaba al Ayuntamiento... La figura de Nacho llenaba allí donde estaba. Priorizaba la acción de servicio público y tenía unos valores que han llevado a su entorno, una vez que él ya no está aquí, a tener la genial idea de hacer este libro para recordarlo", destacó.

"Nacho pasó por la vida de la mejor manera. Su amor al prójimo tuvo excelentes consecuencias", resaltó Pepe Monteserín, cronista de Pravia, que si bien solo tuvo una conversación en su vida con Álvarez, cuando uno tenía 10 años y el otro 14, pudo descubrir con este libro una figura que "salvó a muchas personas e hizo la vida más agradable a sus conocidos". "Me hubiera gustado conocerlo completamente", reconoció.

El libro, en el que han participado diecinueve personas, entre amigos y familiares, relata la vida de un hombre que se trasladó con 18 años a estudiar Medicina a Valladolid. Allí, en la facultad, maduró profesional y políticamente. Ejerció durante años como médico de Atención Primaria en varios pueblos y en 1983 se presentó a la alcaldía de Villavicencio de los Caballeros, por el PSOE, llegando a ser vicepresidente de la Diputación de Valladolid, ocupándose del área de Acción Social.

Para Modesto Argüello, miembro de la editorial encargada de la publicación, este es "un homenaje a muchos alcaldes y concejales que con absoluto desinterés económico y gran interés social se dedican a esta labor a cambio de poco, solo a cambio de la gran satisfacción que se tiene cuando se consiguen cosas".

Social y familiar

Él, explicó, coincidió siendo alcalde a la vez que Álvarez. "Nacho era el que iba a tu pueblo y no dejaba de hablar de lo que había que mejorar, de luchar", afirmó.

Porque Álvarez era "un hombre de calle y extremadamente social", como destacó su hijo mayor, Juan. Pero también "era extremadamente familiar, se preocupaba por hacer familia". Por eso, "quiero pedir perdón porque no he compartido este proceso (escribir dos de los capítulos) con mi madre y mis hermanos, Miguel, Fernando y Álvaro. Quería ser yo quien pasase ese mal trago, pero al final ha sido una experiencia inolvidable. Ha merecido la pena. Tengo mucho que agradecer este encargo, que al principio me dio mucho respeto, pero que al final me ha ayudado a conocer mejor a mi padre", reconoció.

El libro es, para él, "un homenaje a sus orígenes, a su familia praviana, a sus grandes amigos, a mi madre...". Álvarez se fue pronto de Pravia, pero como destacaron ayer "era asturiano y praviano". "Cuando veníamos le cambiaba la cara y hasta el acento. Cuando estábamos aquí parecía que podía parar el tiempo dando un paseo o tomando un café. Se notaba que disfrutaba más", recordó su primogénito.

De aquí, afirmó, "salió con 18 años, pero entiendo que nunca se fue. Nacho sigue en Pravia y siempre lo estará", dijo. Una localidad que, según opinó Ramón Abril, editor y cuñado de Álvarez, puede estar muy orgullosa de él, pues "allí donde ha ido, ha hecho el bien, podéis estar muy orgullosos". "Ha sido un hombre entregado y lo han querido hasta sus adversarios políticos", concluyó.