Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El paragües

Cardar lana

La fiesta de Güevos Pintos atrajo un elevado número de personas a la Pola. Y nos satisface por partida doble, de un lado por la capacidad de convocatoria de esta tradicional fiesta y de otro, porque indica que se puede disponer de más recursos para ocio. Ciertamente, no podemos obviar la variable climatológica que ayudó lo suyo. Las fiestas polesas son posibles, fundamentalmente por los polesos, y en ellas los hosteleros tienen sustancioso provecho. Pues bien, el martes, ciertos locales colocaron ante el acceso a su interior una "barra" móvil para servir a los clientes que estaban en el exterior, en las terrazas. Esto que en principio no parece tener consecuencias en un día casi veraniego, las tiene. Obstaculizada la entrada al local, se limita el acceso a las dependencias de higiene, y las zonas próximas se convierten en urinario público. Los vecinos, que hacen posible las fiestas, padecieron la hediondez casi miasmática de las micciones. Dirás que si no se hubiesen puesto las "barras barrera" igual habría lo mismo. Es posible. Pero eso ayudó, y no gusta que unos carden la lana y otros...

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.