También el martes celebré que fuese el Día de la Mujer, recordé esas excepcionales que todos tenemos en nuestra casa y tenemos o tuvimos en nuestra familia. Pensé que el día estaba bien para tener un momento más para evocar su recuerdo o agradecer su presencia. Ya sé que hay quienes lo instrumentalizan para proyectar una ideología que se insolenta con muchísimas mujeres con irrenunciable vocación de madre, compañera y esposa. Y el día de la mujer supone respetar cada una de las opciones que libremente se han tomado ante la vida, aunque algunas sean contrapuestas. El martes ante lenguajes no sexistas recordé que un cómico, nacido hace casi 111 años, ya lo uso promoviendo nuestras carcajadas. Cantinflas en una de sus películas dirigiéndose a la juventud dijo “jóvenes y jóvenas”. Hoy en lugar de ser una expresión de humor es una apuesta por el feminismo. En los discursos sobre la igualdad efectiva de varones y mujeres también recordé que históricamente eran los varones quienes tenían que ir a la guerra y veo que en Ucrania, aunque hay mujeres que voluntariamente toman las armas para defender su patria, los varones entre ciertas edades están obligados a tomarlas. Ojalá tengamos todas las personas las mismas oportunidades y derechos, pero ojalá varones y mujeres no sean idénticos y al menos ellas en los momentos más críticos pasen las penurias menores.