El "antiGordo" de Nava

Un primer premio de la Lotería que quebró la convivencia vecinal

José A. Ordóñez

José A. Ordóñez

Desconfíen de las imágenes de euforia, de los brindis y de tantos abrazos una y mil veces repetidos. El Gordo deja mucha pasta, de eso no hay duda, pero no siempre felicidad y buen rollo. Bien lo saben en Llames, ese pueblo naveto que tal día como ayer, pero de hace dieciséis años, se vio favorecido con el primer premio de la Lotería de Navidad. El frío y soleado 22 de diciembre de 2007, la asociación de mujeres La Flor de Mayo repartió en pequeñas participaciones 51 millones de euros: 170 décimos del número 6.381. Nunca se había visto nada igual en Nava. La sidra corrió a raudales, al igual que en Molleo, localidad sierense que también se vio agraciada con el Gordo de aquel año.

Pueblos de millonarios en los que no tardaron en estrenarse coches y pisos. Sin embargo, las lágrimas de emoción, la euforia y las felicitaciones por el golpe de suerte duraron más bien poco en Llames. El alud de millones generó una profunda división social que sepultó décadas de amistosa relación entre vecinos. "Mejor que no nos hubiese tocado nada, esto no nos ha traído más que disgustos", lamentó alguno de los agraciados a la vista de las indeseadas consecuencias del premio.

El caso es que la asociación La Flor de Mayo se había llevado un suculento pellizco de 720.000 euros y su directiva estaba decidida a destinar el dinero a levantar una nueva sede social. Sin embargo, no tardaron en surgir voces discrepantes que abogaban por repartir el fondo entre las 77 socias que tenía el colectivo. El desagradable enfrentamiento no fue menor y hasta hubo una asamblea que acabó en los tribunales. Al final, las tesis de la directiva se impusieron y la nueva sede de la asociación acabó haciéndose realidad, no sin que por el medio se registrase otra intensa polémica acerca de las características y el tamaño que habría de tener la edificación. El paso del tiempo hizo que las aguas fueron volviendo poco a poco a su cauce, pero sin que Llames haya olvidado del todo la quiebra vecinal que se produjo tras la fiesta del "antiGordo".

Haya salud.

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