Noreña entre sentencias

Las disputas sobre los límites territoriales de la Villa Condal

La creación del condado de Noreña y la atribución de su territorio al obispo de Oviedo, a finales del siglo XIV, ha devenido en un hecho histórico muy singular. Noreña inicia entonces su andadura como concejo aislado en Siero. A diferencia de su entorno, la Iglesia marcaría su camino y defendería su territorio durante muchos, muchos años.

Claro que hubo intentos de acabar con su estatus. Tan solo hace dos siglos Noreña perdió su jurisdicción en favor de Siero en el despertar de la liberalización del país. Iglesia y pueblo reclamaron y seis años más tarde las aguas no solo volvieron a su cauce sino que Noreña incorporó las tierras de la margen izquierda del río pues todavía éramos más pequeños.

Y este recuerdo, ¿por qué?

En primer lugar porque una historia de tantos siglos algo tendrá que ver con la Noreña actual. A eso volveremos otro día.

También porque en los últimos meses los tribunales han tenido que decidir sobre un problema de lindes entre los dos concejos.

Una primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias da la razón al Consistorio de Siero sobre la legitimidad de sus pretensiones sobre la propiedad de unos terrenos en el polígono de la Barreda y Buenavista en disputa desde hace años. (Sin ellos seguiremos por tanto).

Sin embargo, considera abusiva la solicitud de Siero de anular totalmente el Plan General Urbano de la villa que tanto tiempo y esfuerzo supone para los técnicos e instituciones.

La segunda sentencia del mismo Tribunal recomienda al concejo vecino volver a las negociaciones que deberían haberse realizado antes de la iniciación de la famosa rotonda de El Berrón, por supuesto ya finalizada y totalmente operativa.

Por eso cuando el alcalde de Siero dice públicamente que si no hay negociaciones romperá las relaciones institucionales con nuestro concejo suena apocalíptico y, al menos, extemporáneo.

Por nuestra parte espero que la respuesta de este concejo pequeño pero longevo a la solicitud de las necesarias negociaciones de nuestros vecinos sea una mano tendida.

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