A. C / M. Á. G.

Mieres / Langreo,

El asentamiento de empresas y la captación de residentes en las Cuencas pueden ser dos dimensiones complementarias. Ésa es la opinión mayoritaria de los alcaldes de los municipios carboneros consultados por este periódico, que abogan por una solución mixta en el debate sobre el modelo que debe guiar el crecimiento de los valles mineros. Los regidores destacan la necesidad de ofertar empleo como factor de fijación de población, aunque se decantan por facilitar la llegada de empresas del sector de las nuevas tecnologías y el asentamiento de industrias limpias, un patrón en el que tienen difícil cabida los proyectos energéticos planteados para las Cuencas.

Dentro de esa valoración general común, cada alcalde se inclina por dar más importancia a un planteamiento u otro. Luis María García, regidor de Mieres, lo tiene claro: «Si hubiera que decidir, me quedaría con hacer de las cuencas mineras un territorio agradable con viviendas asequibles y con servicios públicos de calidad». García señaló que «desde hace unos años se ha impulsado suelo industrial, pero no se ha conseguido fijar población, y ése debe ser el objetivo». «Reivindico a Hunosa que ponga en valor todo el terreno que tiene en propiedad en el valle del Caudal», finalizó el regidor mierense.

En una línea similar se expresa Ignacio Fernández, alcalde de San Martín del Rey Aurelio: «El sector servicios es fundamental porque es uno de los que genera más empleo, y en las Cuencas todavía seguimos por debajo de la media regional. Tenemos suficientes recursos, como el patrimonio industrial o el parque de Redes, pero lo que hay que hacer es organizarse y saber explotarlos». El regidor de San Martín también destacó la importancia de incrementar los niveles de calidad de vida y de contar con entornos agradables, «tanto para los que vivimos aquí como para la gente de fuera que viene a visitarnos». Asimismo, Fernández apostó por potenciar los desarrollos residenciales, las industrias no contaminantes y las firmas del sector TIC, «que son las que ofrecen mejor ratio entre suelo ocupado y empleos creados».

Gabriel Pérez Villalta explicó, por su parte, que «el principal problema que tenemos en las Cuencas para conjugar zona industrial y zona residencial es el terreno en que estamos asentados. Por ejemplo, en Aller el 70 por ciento del terreno tiene un 30 por ciento de pendiente». El regidor de Aller considera que «tenemos que aprovechar las antiguas escombreras que quedaron libres para asentar industrias, porque soy de los que pienso que en el momento que alguien se tiene que ir fuera a trabajar acaba marchando a vivir fuera».

José Marciano Barreñada, alcalde de Laviana, abogó por parcelar los usos potenciando la industria en la zona baja del Valle y el turismo en la zona alta, un patrón en el que Laviana haría de espacio bisagra. «Nosotros no tenemos una vocación industrial y el polígono proyectado es para dar cobijo a las empresas del concejo. Además, Barreñada resaltó el impulso dado por la llegada de industrias tecnológicas, a la que también está abierta Laviana.

Jesús Álvarez Barbao, alcalde de Morcín, considera que «hay que buscar el equilibrio entre uso residencial e industrial». El regidor morciniego señaló que, «por un lado, tenemos que compensar la pérdida de empleo con la instalación de nuevos polígonos y, por el otro, también defiendo que la Administración pertinente debería liberar suelo para la construcción de casas porque facilitar el acceso a la vivienda permitirá que mantengamos y fijemos población».

Por último, Vicente Álvarez, alcalde de Sobrescobio, se decanta por «mejorar la calidad de vida y seguir captando empresas». También destacó la trascendencia del desdoblamiento de los túneles para el Valle y el potencial de sectores económicos con el agroalimentario y el tecnológico.