Pola de Lena,

David MONTAÑÉS

La Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias advirtió ayer de la necesidad de extremar las precauciones en todas aquellas travesías que tengan como destino del macizo de Las Ubiñas. Es más, los responsables de este organismo recomiendan que debido a la «enorme acumulación de hielo y nieve» ningún montañero se adentre en esta estribación salvo que tenga una elevada experiencia y formación técnica. Los grupos de rescate consultados por este diario respaldan el planteamiento federativo y subrayan que este enclave puede convertirse en «una trampa mortal» para cualquier escalador sin la necesaria cualificación.

Los expertos quieren concienciar a los montañeros del peligro que entraña acceder a Las Ubiñas tras las intensas nevadas y, sobre todo, heladas de este invierno. La Federación pone incluso un límite para los aficionados: «Cualquier persona que supere la zona en la que se encuentra el refugio del Meicín debe tener una elevada experiencia en escalada en hielo», subraya el federativo Ángel Fernández Ortega. La advertencia no es en este caso una observación hecha a la ligera: «El riesgo de accidentes es muy elevado».

El principal patrimonio del parque de las Ubiñas son sus altas cumbres, que lo convierten en un paraíso para los aficionados a la escalada. El «hermano menor» de los Picos de Europa cuenta en total con 45 cimas que superan los 2.000 metros de altitud. Estas estribaciones, debido a su proximidad con el centro de Asturias, son un paraíso para los montañeros tanto en verano como en invierno. Con la llegada de las nieves la belleza de este paraje alcanza su máximo esplendor, una magnificencia que esconde en latente peligro. Desde el inicio de la década de los ochenta, han muerto en esta elevación caliza 18 montañeros. Un frío recuento que esconde muchas familias rotas por el dolor. Si bien entre 2004 y los 2007 no hubo que lamentar accidentes mortales, este período de tregua se trunco en julio del pasado año, cuando un montañero falleció al sufrir una aparatosa caída cuando descendía de una de las cumbres del macizo. El cuerpo fue localizado, tras una intensa búsqueda, en una zona rocosa de Los Castillines, una de las estribaciones que se encuentran junto a Peña Ubiña, a más de dos mil metros de altitud y a kilómetro y medio del refugio del Meicín. El fallecido estaba sólo en el momento del siniestro. «Las Ubiñas deben ser consideradas como alta montaña y nadie debe adentrarse en esta elevación caliza sin compañía», subraya Fernández Ortega. El Grupo de Rescate de la Guardia Civil de Mieres lleva años recomendando que se extremen las precauciones cuando la nieve hace acto de presencia en Las Ubiñas. En este sentido, matizan que «en muchas ocasiones se han hecho rescates que se hubieran complicado si el herido no hubiera estado apoyado por un compañero». Pese a la insistencia de los expertos, aún son muchos los montañeros que acceden a este enclave sin la experiencia y los equipos adecuados.