Junio de 2015, Oropesa del Mar, Campeonato de España de danza. Allí, 18 premios van a parar a manos de "Danzasturias". Lo que menos esperaban después de tan enorme éxito era que el siguiente paso a dar iba a llevar el sello del Mundial. Desde la organización les han seleccionado para competir en el mes de noviembre en el evento cumbre del baile. Pero no todo es color de rosa: a la ilusión se ha unido un sentimiento contradictorio de angustia y necesidad. El viaje debe autofinanciarse, porque como asegura la gerente de la compañía, Isabel González, "son campeonatos privados, por así decir, y ante eso somos nosotros los que tenemos que pagar todo". Eso sí, el activo más importante son los padres de los bailarines, que están "moviendo cielo y tierra para que esto salga adelante", apunta González. "Sin ellos sería imposible", concluye.

"Danzasturias" tiene un plan. A partir del 12 de septiembre arrancarán una serie de mercadillos con el objetivo de recaudar fondos. Tienen como acto central una gala solidaria en colaboración con la Fundación Sandra Ibarra, que se celebrará el 17 de octubre en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Han confirmado su asistencia Claudine, hermana de Sandra Ibarra, y los bailarines de Sweet California. Tanto la propia Isabel González, como la coreógrafa María Larroza confirmaron que "el Ayuntamiento de Langreo nos facilita mucho las cosas, aunque les sea imposible aportar de forma económica". En consenso con los padres, "Danzasturias" ha creado la Fundación AEDAS, con la idea de que tenga recorrido en el futuro. "Ahora nos sirve para la recaudación, pero tenemos intención de mantenerla", esgrimió Larroza. "Estamos sorprendidos con tanta ayuda por parte de los establecimientos de la zona", añadió González. Seguirán buscando nuevas vías más allá de Las Cuencas. No se ponen límites.

Desde los siete años hasta la treintena, los bailarines prepararán dos números con los que deleitar al público germano. Por un lado, "El Mago de Oz": es una producción que fusiona danza urbana, con clásica y con flamenco". Es algo grande puesto que cuenta con escenografía y vestuario propio. "Todo corre a nuestro caro", explicó González. El decorado de la representación contó con la ayuda del grafitero Bastian Baltasar. "Dentro de las limitaciones que tenemos queremos prepararlo lo mejor posible", aseguran. No hay que olvidar que incluso el uniforme de la selección española corre de su cargo. Por otra parte, y a un nivel más básico, han preparado "La Mar", que incorpora acrobacias y dos telas que emulan las olas.

Isabel González y María Larroza no pararon de hacer hincapié en el trabajo y la fuerza que ponen los padres en la iniciativa. José Luis Escobar les dio voz. "Hablamos con los bancos, temas de publicidad...", explicó. Es consciente de que las ayudas económicas brillan por su ausencia, "si alguien nos dona son alrededor de cien euros, y nosotros lo agradecemos", recalcó. Son malas fechas y todavía queda mucho camino por recorrer, pero como asegura "tenemos una organización y esperamos que dé sus frutos". Escobar, además, es un padre orgulloso. "Esto lo hacemos porque es la ilusión de nuestras hijas", dice, y remarca que "es algo que a muchas de ellas solo les sucederá una vez en la vida".

A las niñas es mucho mejor hablarles de sueños, y el suyo es el baile. Están más alejadas de todo el jaleo previo, pero mantienen vivas unas inmensas ganas por ir a Alemania. Daniela Cerezo, Evelyn Teja e Iyana Domínguez tienen trece, doce y once años respectivamente. Las tres llevan cinco bailando. Se toman el Mundial como "un premio". "Vamos a cumplir nuestro sueño". No se les borra la sonrisa de la cara. Arte e inocencia. Nada se les pone por delante.