-Hace poco presentaron un nuevo plan de inversiones para Pajares. ¿Pasa por ahí el futuro?
-Creo que sí. Desde 2009, ya se disponía de un proyecto para la instalación de un nuevo remonte con costes de aquella época. La actualización que se está desarrollando del Plan de Inversiones es más realista, solventando de igual modo las necesidades. Este menor coste se consigue al no hacer ninguna instalación nueva desde el inicio, sino aprovechando las existentes, aunque en el caso de la actuación principal que sería la conversión a telesilla desembragable del Brañillín la prestación para el usuario sería como la de uno nuevo ya que alcanzaría la velocidad de transporte propio de uno nuevo y los vehículos y estaciones serían nuevos.
-¿Son Fuentes de Invierno y Pajares compatibles?
-Totalmente. Partiendo de la base que ambas tienen zona de iniciación, en una u otra ya encuentras más diversidad de pistas y zonas esquiables para que la gente pueda experimentar. La política seguida con los abonos y forfaits lo permite y lo potencia, y aunque pasa algo parecido al fútbol en el que uno suele ser de su equipo sí o sí, esto no quita para reconocer que también se encuentran virtudes en nuestra otra estación asturiana.
-Ha trabajado con varios directores generales. Misael Fernández Porrón, Marcos Niño, José Ramón Tuero? ¿Cuándo ha estado más a gusto?
-Sonara muy clásico decir que con todos ellos, pero así fue. Con Misael fue mi inicio y para ambos la nieve era algo nuevo. Con Marcos Niño la etapa fue corta, pero intensa. Y con Ramón Tuero considero que la complicidad ha sido absoluta. Desgraciadamente, y esto en el caso de los tres directores, la gestión ha estado siempre limitada por la disposición presupuestaria.
-¿Qué le desea a la estación?
-Lo mejor. Ojalá adquiera el verdadero protagonismo que tiene y se puedan acometer mejoras para aprovechar su verdadero potencialidad, que estoy seguro que la colocaría a la cabeza de nuestro entorno. Espero verlo pronto y disfrutarlo como esquiador.
