Los expertos aseguran que la mayor concentración de arsénico de la mina está en los restos de la explotación que siguen en pie y que, cuando la mina estaba en marcha, funcionaban para la extracción y el tratado del mercurio. En la imagen aparece un edificio que albergó actividades administrativas y varios depósitos (al fondo) en los que se almacenaba material. También es un punto "conflictivo" una antigua chimenea de la explotación.