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Un libro para no olvidar a una amiga

Ana García de Loza presenta hoy "Amistad perdida", un relato personal sobre sus años de juventud en el Mieres de los setenta

Un libro para no olvidar a una amiga

No es el amor. La amistad es la que vuelve el mundo redondo. Ese es el espíritu de la primera novela de Ana María García Pérez, que publica bajo el pseudónimo Ana García de Loza: "Amistad perdida". Que nadie espere una historia lacrimógena, ni la narración juvenil de cómo dos chicas jóvenes descubren el mundo. Para el lector, "Amistad perdida" es cariño, es fuerza, es dolor. Para la autora, afirma con su sonrisa infatigable, "una purga necesaria y un canto a la inocencia". La obra se presentará esta tarde, a las ocho, en el Café-Librería "La Llocura" de Mieres.

Sólo las personas optimistas son capaces de convertir un revés en la oportunidad de cumplir un sueño. Eso le pasó a Ana García de Loza, atleta y profesora de Educación Física del Colegio Internacional Meres. "Siempre me había apasionado escribir, pero no había encontrado el momento de ponerme en serio y plasmar por escrito una historia", explica Ana García de Loza, que siempre está "encantada" de volver a Mieres: "Aquí fui muy feliz", afirma.

Nació en Loza (Navia), de ahí el pseudónimo. Pero de niña fue a vivir a Mieres. Y en Mieres es donde se teje la historia de su novela, que repasa una historia vital. Escrita en segunda persona, dirigiéndose a esa amiga que perdió de forma drástica, el lector se siente tan cerca de los personajes que cuesta escapar. Es fácil saborear los Cola-Caos a medianoche de las dos amigas, pasear con ellas por la calle Manuel Llaneza, pararse en la tertulia del Café Carolina. Y vivir el contexto histórico, una democracia que España "paría con dolor", como explica la autora: "Mi relato quedaba cojo sin esas pinceladas de historia. Es una parte esencial para comprender todo lo que nos pasó", añade.

"Una amistad que surge, crece y se ve truncada de manera traumática", dicta el resumen de la obra. Y poco más se puede desvelar. Sí se puede contar que la banda sonora para el libro bien podría ser una canción de Víctor Manuel, cantante al que Ana García de Loza admira. O que hay versos de Neruda escondidos en sus páginas. Y "cameo" de un conocido personaje en Mieres: José Fernández, apreciado profesor y director del IES Bernaldo de Quirós hasta su jubilación. Plasmado en las páginas como "papi", porque siempre empezaba sus regañinas con un "a ver, hija", hoy estará en "La Llocura" para presentar a la autora.

Atleta luchadora

"Era un profesor justo y, cuando hacía falta, severo. Pero a él le debo mi amor por las letras", afirma De Loza. A sus padres les debe su otra pasión: el atletismo. Fueron ellos los que la llevaron por primera vez a entrenar a El Batán. "No llegué tan arriba como me hubiera gustado, pero el deporte me ha enseñado a pelear por lo que quiero sin descanso", afirma. Consiguió gestas deportivas, como ser la entrenadora de atletismo del equipo de la Universidad de Oviedo. "Para las mujeres es más difícil". Tiene una justa rebeldía feminista que también se deduce en su obra.

El libro "Amistad perdida", editado por Camelot, aparece en la selección de libros de verano de una conocida distribuidora de productos culturales. La autora, dice entusiasta, está "viviendo un sueño". Se ha propuesto otro: llevar la obra a la gran pantalla. Le gustaría encontrar a un cineasta interesado en contar su historia. Lo suyo es relacionarse y, se nota, tiene mano para ver lo bueno que hay en cada persona. Por cierto, la niña tan guapa que aparece en la portada es una de sus alumnas en el Colegio Internacional Meres.

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