Los usuarios de la pasarela que salva el río en Moreda -en la foto- tienen que atravesar cada día un auténtico "infierno". Y es que el material plástico del que está fabricado el paso genera unas altas temperaturas que han superado, según algunos usuarios, los 40 grados. Además, los vecinos denuncian que hay gente que deposita basura en su interior, generándose olores insoportables con las altas temperaturas.