La carretera de Santo Emiliano (AS-111), que era la principal vía de comunicación entre Mieres y Langreo hasta la construcción de la Autovía Minera, siempre ha tenido diversos cruces complicados. El del tanatorio de Mieres, para el que los vecinos piden ahora una reforma, es solo uno de ellos, pero en el sinuoso trazado entre los valles del Caudal y del Nalón hay otros puntos conflictivos.
Quizás el más importante es el del acceso a Rioturbio. El desvío para entrar hacia la Hueria de San Xuan desde Mieres no es complicado. Sin embargo, la salida es otra historia. La visibilidad de los vehículos que van por la carretera general desde el cruce es bastante limitada. Los coches que salen desde Rioturbio tienen que sobrepasar la línea de detención de la señal de "stop" para poder incorporarse por seguridad a la vía.
Otro de los cruces peligrosos es el del viejo hospital de Murias. Aunque no siempre. Si la raqueta en la que se cambia de sentido está bien desbrozada no hay ningún problema. Sin embargo, tal y como sucedió este verano, si la maleza está alta, los vehículos no pueden ver los coches que bajan en sentido Mieres, por lo que la incorporación a la general es complicada.
La de Santo Emiliano es una carretera hasta desde su inicio en Mieres. De hecho, el cruce de Requejo, donde se toma esta vía, fue considerado un punto negro del casco urbano de Mieres por el número de accidentes.
