La Escuela de Formación Sindical "Juan Muñiz Zapico" de Madrid celebró ayer su vigésimo quinto aniversario con un emotivo homenaje al sindicalista asturiano de CC OO del que tomó nombre. Juan Muñiz Zapico "Juanín", nacido en Lena y fallecido en accidente de tráfico en 1977, fue un destacado dirigente de CC OO y del PCE. Fue juzgado dentro del conocido Proceso 1.001, celebrado en las postrimerías del franquismo contra la dirección de CC OO y fue condenado por el Tribunal de Orden Público a 18 años de prisión el 20 de diciembre de 1973. Posteriormente fue indultado tras la muerte del dictador. Sindicalista muy activo durante el franquismo, estuvo siete años en la cárcel, sufrió cinco despidos y participó en cuatro huelgas de hambre. El 2 de enero de 1977 falleció en un accidente de tráfico y su entierro en el cementerio de La Frecha dos días más tarde reunió a 20.000 personas, siendo una de las manifestaciones más concurridas durante la Transición en Asturias.
Al acto asistieron la viuda de "Juanín", Genita, el secretario general de CC OO, Unai Sordo, y varios de los diez condenados en el Proceso 1001 junto a Muñiz Zapico, como Nicolás Sartorius o Eduardo Saborido, además de una representación del sindicato en Asturias con su secretario general, José Manuel Zapico, a la cabeza. Juntos descubrieron una placa en la que se recordaba al sindicalista asturiano como "un metalúrgico (?) al que un trágico accidente de tráfico le impidió conocer la restauración de la Democracia. Le recordamos como un infatigable luchador por las libertades y la causa de los trabajadores y las trabajadoras".
Antes de iniciarse el acto, Genita visitó la exposición que recuerda la figura de su marido: "Para mí es un orgullo estar aquí compartiendo el recuerdo de todos los trabajadores. Pasan los años pero nunca se olvidan de Juan. Después de su muerte, lo único que nos queda es la alegría y satisfacción de estos recuerdos. No hay palabras para describirlo". Unai Sordo destacó la importancia de Muñiz Zapico dentro del sindicato: "Juanín fue un dirigente histórico, un asturiano de pro y una persona que ha marcado el sindicato a pesar de fallecer con apenas 35 años. Es un ejemplo de lo que supuso la militancia en la Transición. Era un hombre muy lúcido y moderno a la hora de entender el país y de cómo debería organizarse el sindicato".
Nicolás Sartorius recordaba al asturiano como un intelectual llamado a hacer grandes cosas dentro de la organización: "No he conocido a otra persona con tanta capacidad de absorber conocimientos. Tenía una curiosidad inagotable que le hacía leer de forma compulsiva. Teniendo orígenes obreros, era un auténtico intelectual, algo fundamental en la vida sindical. Era un hombre de acción y al mismo tiempo un intelectual. La acción, sin teoría detrás, es puro pragmatismo. Otros y yo pensamos en Juanín como el futuro secretario general de CC OO tras la retirada de Camacho. Reunía liderazgo, conocimiento, conciencia de clase, honradez, sencillez y empatía con la gente", apuntó Sartorius.
