Los primeros días de calor ya comienzan a asomar tímidamente, pero en el Hospital Valle del Nalón ya le han puesto mesa y mantel al verano desde hace días. El centro sanitario ha puesto en marcha (desde junio y hasta octubre) sus menús estivales para los pacientes ingresados, en los que los platos más contundentes se sustituyen por otros más frescos y livianos. También se incluyen más frutas en los postres.

"Es una iniciativa que venimos desarrollando desde 2015 y lo cierto es que tiene muy buena aceptación entre los pacientes", indicó Severino González, cocinero y jefe del servicio de hostelería del Hospital de Riaño, que expuso las principales claves de los cambios en el menú: "Se sustituyen primeros platos como cocidos o patatas guisadas por otros más frescos como ensaladas o cremas, siempre pensando en que puedan tener aceptación por parte del paciente; por ejemplo, no ponemos gazpacho porque sabemos que va a ser más difícil que la gente los quiera".

Otros primeros, como la paella no se sustituyen. La fruta también abunda en los postres. "Si un paciente no quiere cambiar puede hacerlo. Lo que intentamos es adaptar el menú al calor y a la época del año, con productos más frescos y de fácil digestión", argumentó González.

Las cocinas del hospital Valle del Nalón cuentan con una veintena de trabajadores repartidos en dos turnos que cada día dan de comer a unas 200 personas, si bien esa cifra baja hasta los 130, aproximadamente, en la época estival, ya que disminuyen los ingresos. "Creo que para el paciente está bien percibir ese cambio y poder adaptar sus comidas y para la gente que trabajamos en cocina, tanto cocineros como pinches, también es estimulante cambiar el menú y preparar cosas diferentes", concluyó Severino González.