"Gracias por ser de Mieres", dijo cariñosamente Mar Montero, presidenta de la Asociación Cultural "Camín de Mieres" a Julián Burgos en el homenaje dedicado a su persona y trayectoria como firme impulsor de la lengua asturiana. El acto contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas y se enmarcó en el ciclo "Mieres n'asturianu", con el que se busca la oficialidad del asturiano.

El filólogo Ánxel Álvarez Llano asumió la presentación del acto, que comenzó con una videoentrevista que el polifacético Ismael González Arias realizó al homenajeado en su domicilio y en la que se recordaron los primeros pasos dados en Mieres en la década de los setenta en pro de la recuperación de la llingua, de la mano del propio entrevistador, Juan Carlos Castañón, León Delestal y Nel Amaro. "Necesitábamos a alguien de categoría que diera empaque a nuestra idea y allí estaba Julián Burgos, siempre dispuesto y con las puertas de su casa permanentemente abiertas", manifestó González Arias. Si por algo se caracteriza la vasta obra de Burgos es por el cultivo del género del monólogo, cargado de humor, con la ironía y la socarronería propias de la personalidad asturiana. Asimismo, Burgos ha acometido la tarea de recopilación de términos en bable y el desarrollo de un diccionario de sinónimos en esta lengua. "A diferencia de otros niños, que querían ser futbolistas y cantantes, yo siempre quise ser como mi abuelo", reconoció Pablo García Burgos, nieto del homenajeado. La especialista en folclore Aída Rodríguez tomó la palabra para recitar varios poemas del autor mierense. "Julián Burgos es un tratado del humor popular astur", declaró Rodríguez. En representación de la Academia de la Llingua intervino su secretario, José Ramón Iglesias Cueva, que agradeció al homenajeado su dedicación y el cuidado con el que trata y conserva los textos escritos por otros autores asturianos. "Gracias por transmitir y enriquecer la lengua asturiana con tus historias y por hacernos disfrutar con tu fino humor", añadió Iglesias.

Acto seguido, el director general de Planificación Lingüística y Normalización, Fernando Padilla, resaltó los méritos de Burgos como comunicador a través de colaboraciones en prensa y conferencias, así como recopilador de léxico y giros asturianos. "De los autores mierenses, Burgos es uno de los más ocurrentes", afirmó Padilla. La poeta Patricia Suárez recitó varios poemas de su cosecha para concluir agradeciendo a Burgos "una vida conectada a las letras". Por último, el historiador Faustino Zapico, concejal de Educación del Ayuntamiento de Mieres se congratuló de la celebración de un acto de reconocimiento "a un vecino nuestro" y recordó la dificultad que supuso la defensa del asturiano medio siglo atrás, "cuando la llingua estaba estigmatizada y confinada a lo folclórico". "El asturiano es una lengua viva y, como tal, ha de usarse", aseveró Zapico. "Debemos a Burgos, y a los demás precursores que como él lucharon por nuestro idioma, que hoy tengamos una Academia y una dirección general", añadió. El propio Julián Burgos firmó el epílogo de su homenaje. "He gozado escribiendo, no me supuso sacrificio ni esfuerzo. Por ello, no considero que tenga ningún mérito", manifestó el homenajeado, afirmación desmentida por su inmensa obra, desarrollada a lo largo de setenta años de amor a la lengua asturiana.