Corre el año 2008. Se empieza a pronunciar la palabra "crisis". La burbuja inmobiliaria había estallado, y el sector del ladrillo se había venido abajo como un muro unido con aire en lugar de cemento. Muchas empresas comenzaron a quebrar, muchas personas a perder su trabajo, muchas familias comenzaron a tener problemas. Un informe del observatorio regional RegioLab situaba a Mieres como uno de los puntos en los que el rango de riesgo de exclusión y pobreza se había disparado, afectando hasta el 38 por ciento de la población. Eran datos de 2011. Poco ha mejorado la situación, y las asociaciones solidarias de Mieres como Amicos o Cruz Roja siguen atendiendo a todos los que lo necesitan. El fracaso de la reindustrialización, la falta de alternativas económicas y la consiguiente escasez de empleo son los motivos de esta situación.
El presidente de Amicos, Carlos Muñiz, señaló que "nosotros notamos en aquellos años una subida brusca de las comidas que servíamos". "En estos últimos tres o cuatro años, ha bajado un poco el servicio, lo que puede indicar una cierta mejora de la situación", apuntó el presidente de Amicos.
Refrendan sus palabras los datos de las memorias anuales de la Asociación Mierense de la Cocina Solidaria. En los años 2010 y 2011, se sirvieron unas 6.900 comidas. Al año siguiente, en 2012, fueron mil más (7.900), y en 2013, todavía peor, llegando a las 8.300 atenciones.
"La causa fundamental es la crisis, falta de ingresos, de empleo... Se notó en todo los sectores, en todos los ámbitos", indicó Muñiz. Además, un dato significativo es que "había muchos inmigrantes antes que utilizaban el comedor, pero con la llegada de la crisis se fueron, porque no había ya trabajo".
Los datos que ofrece el informe de Regiolab son del año 2011. Y hay un factor clave en el incremento de ese ratio de pobreza: el fin de las prestaciones por desempleo. Con el inicio de la crisis a caballo entre 2008 y 2009, muchas personas se quedaron sin trabajo, pero con la opción de cobrar, durante 2 años, el paro. Sin embargo, un gran número de esos ciudadanos no volvieron a encontrar empleo, lo que les dejaba sin ingresos a partir de esos dos años. "Muchas familias tiraron después de ahorros, pero al no encontrar trabajo lo agotaron todo, y es cuando la situación se recrudece", indica Carlos Muñiz. Ahora, apunta el presidente de Amicos, "la discusión que hay si se está saliendo de la crisis o no". "Yo creo que macroeconómicamente sí se está saliendo de la recesión, pero parece que está claro es que la distancia entre los que salen de la crisis y los que están abajo es más grande, y se va cronificando la pobreza", explicó. "Gente que estaba en exclusión, o gente que se quedó parada con cuarenta y pico o cincuenta y pico años, están en situaciones complicadas", valoró Carlos Muñiz.
Otra de las entidades que se han visto con más carga de trabajo a causa de la crisis, y que han notado ese aumento de la pobreza que se reflejaba en el informe de RegioLab ha sido Cruz Roja.
Desde la asamblea de Mieres, Marta Díez explica que "en el año 2011 se produce un incremento significativo en las demandas de ayuda para la cobertura de necesidades básicas en nuestra asamblea de Mieres". Según los datos de las memorias anuales de la entidad, se pasó de atender en el año 2010, a 181 familias dentro de nuestros Proyectos de Lucha contra la Exclusión Social, a un total de 338 familias en el año 2011.
Los datos que manejaba Cruz Roja entonces se asemejan a los de RegioLab. La vulnerabilidad social de las personas atendidas respecto a la tasa de privación material severa -no disponer de calefacción o hacer frente a gastos imprevistos- llegaba a un 35% de la población. Además, el informe de la ONG alertaba de que "se estaban generando riesgos de exclusión en algunos sectores de la población que anteriormente estaban en situación normalizada, o en contextos socioeconómicos seguros".
Sin mejora
En ese momento Cruz Roja Española realizaba por primera vez un llamamiento para atender situaciones de vulnerabilidad social en nuestro país, bajo el lema "Ahora + que nunca", dirigido a obtener recursos para llevar a cabo acciones de contención. "Gracias esto hemos apoyado a personas que ya eran usuarias de nuestros programas y alcanzar a otras familias en situación de vulnerabilidad severa", señala Díaz, para agregar que "a partir de este momento es cuando reforzamos nuestra respuesta a las demandas a través de entregas de lotes de alimentación y de productos de higiene personal y del hogar, de prestaciones económicas, y de otro tipo de bienes".
Las cifras no han venido mejorando: "Desde el incremento significativo de familias atendidas en este programa en 2011, podemos afirmar que se han mantenido los datos en torno a las 400 familias por año", indica la responsable de la asamblea de Mieres. Por último, resalta Marta Díez, "cabe mencionar como aspecto positivo, la respuesta solidaria de la población española en general, y de la de Mieres en particular".
