La Universidad de Oviedo está trabajando de forma intensa para conseguir que las instalaciones infrautilizadas de la entidad académica dejen de estarlo a corto plazo. Entre estos equipamientos se encuentra el edificio de investigación del campus de Mieres, que antaño rozó una ocupación casi del 100%, pero que lleva ya algunos años con plantas cerradas y sin actividad. La impulsora de esta iniciativa es la gerente de la Universidad de Oviedo, Ana Caro, quien se incorporó al cargo hace aproximadamente un año. Su intención es llenar estos espacios vacíos con empresas o entidades, pero bajo un compromiso de interrelación con la Universidad. Además, la iniciativa no se limitará al tejido regional, sino que su vocación es internacional.
En el pasado, Caro se ocupó del parque científico de la Universidad Autónoma de Madrid, donde consiguió que hubiese una interacción real entre empresas y universidad, y ahora pretende exportar ese modelo a la institución asturiana. "El objetivo es que haya una interacción entre la empresa, el tejido social y la universidad", señaló, con lo que se pretende el establecimiento de empresas de I+D+i y otras entidades "que puedan crear sinergias de trabajo en común con la Universidad, ya sea a través de cátedras, contratos postdoctorales o proyectos de investigación en común, entre otras iniciativas".
Para el uso de estas instalaciones, la propuesta alude a la creación de convenios administrativos en función de lo que permite la actual legislación. "La Universidad no es una inmobiliaria, lo que no se puede hablar de alquiler, aunque por supuesto, el uso de las instalaciones acarrearía el abono de algunas tasas", destacó la gerente. El beneficio que obtendría la entidad académica "no vendría del pago de la tasa, sino por la interacción que se consiga".
Para que la idea salga a la luz, Caro señala que "hay que seguir un procedimiento estipulado". De momento, su aprobación por parte del Consejo de Gobierno y el Consejo Social de la Universidad. Algo que espera ocurra en las próximas semanas. Estas entidades deberán realizar una solicitud formal "que tiene que ir más allá de los datos, queremos saber qué tipo de organización es, cuántos trabajadores tienen y qué titulaciones ostentan, su gasto en I+D+i, si tienen proyectos o patentes en marcha o relación con nuestros investigadores o los de otras universidades".
La propuesta también deberá incluir un plan de negocio, productos tecnológicos, ventajas competitivas, mercado de trabajo, competencia, logros, cartera de comercialización y si tienen un plan de I+D.
La idea de la gerente es que la Universidad de Oviedo cuente con un panel de expertos formado por personas de reconocido prestigio, tanto de la Universidad como externas, "que puedan valorar las solicitudes presentadas". Caro señaló que "son servicios públicos en espacios públicos, con lo que hay que tener un marchamo de calidad y eficiencia". Una vez aprobadas, se suscribirá un convenio administrativo donde "quede bien reflejada la relación entre la empresa o sociedad y la Universidad". Caro espera que la idea "dé resultado y pueda pasar como en Madrid, que conseguimos ofertas de japoneses y coreanos".
