Basta una conversación corta para descubrir en Emilio Coca a una persona tenaz e ilusionada. Un hombre que se entusiasma con los retos, disciplinado y capaz. Una lástima que, para algunos, todos sus sueños, su alegría y ese corazón que late fuerte se puedan sepultar bajo una etiqueta: "Esquizofrenia".

Emilio Coca es uno de los nueve miembros de la Asociación Vizcaína de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Avifes) que estos días participan en una bonita aventura: escalar Peña Ubiña. Es una continuación -esta vez sin cámaras- del documental "¿Y si te dijeran que puedes?". La cinta, en la que los miembros de Avifes junto a expertos montañeros escalaron el Naranjo de Bulnes, resultó preseleccionada en la última edición de los Premios "Goya". No hubo estatuilla, pero sí galardón: a los protagonistas les cambió la vida. "Queríamos demostrar que puedes hacer lo que quieras, que sólo tienes que salir de tu burbuja y pedir ayuda. La vida está para exprimirla".

Mosquetones para romper estigmas. Johanna Maluenda es una de las profesionales de Avifes que acompaña al grupo: "Queremos que la sociedad sepa que ellos se pueden comprometer y que tienen mucho que aportar", afirmó. Y lo empezaron a demostrar ya en la primera etapa, la subida al refugio del Meicín: "Los primeros pasos siempre cuestan, pero tienes que seguir. Luego te haces", apuntó Emilio Coca.

Primera lección de un hombre de 57 años que tiene un buen consejo para todos los que se enfrenten a un diagnóstico de enfermedad mental: "No hay que aislarse, hay que romper la burbuja y relacionarse". Aunque, a veces, la sociedad no se lo pone nada fácil. Una de sus compañeras, Beatriz Alonso, puso voz al momento más emotivo del documental "¿Y si te dijeran que puedes?": "He aguantado 'vaciles', risas e insultos", afirmó, con gesto serio hacia la cámara.

"Vaciles", risas e insultos por una patología de la que nadie está libre. Se estima, según Maluenda, que cuatro de cada diez personas desarrollarán una enfermedad mental a lo largo de su vida: "En 2020, la depresión será la primera causa de enfermedad. Nadie está a salvo de padecer una enfermedad mental y, si llega, hay que afrontarlo". El primer consejo, como dice Emilio, es pedir ayuda. "Para eso están las asociaciones y las familias, que apoyan para que se lleve mejor", apuntó la experta.

Buscaron apoyo tras su diagnóstico, ahora lo tienen para sus retos. Ascendieron hasta la cima del Urriellu junto a montañeros de la talla de Juanito Oiarzabal. En esta nueva aventura les ha acompañado Bernabé Aguirre, que trabajó en grupos de rescate de la Guardia Civil durante 38 años. También Felipe Pombo, jubilado del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil de Mieres.

Pasaron la primera noche en el refugio del Meicín. Todos "con muchas ganas" y preparados. Emilio Coca, después del documental que le cambió la vida, continuó con el entrenamiento de escalada. "Voy varias veces a la semana al rocódromo y he ido al monte tres veces durante el último año". La subida a Peña Ubiña fue según lo previsto. A 2.400 metros de altitud, Emilio se asomó al abismo: "Aquí siento tranquilidad, una paz interior inmensa. Entiendo que puedo hacer cualquier cosa". Nadie puede etiquetar un sueño.