Hace ahora veinte años el Principado construyó más de 400 viviendas sociales en Santullano, al sur del casco urbano de Mieres. De golpe nació un nuevo barrio, un espacio que en los siguientes lustros quedaría estructurado en torno a equipamientos de gran calado, como el hospital comarcal o el centro comercial "Caudalia". Pero con el paso del tiempo buena parte de los pisos fueron quedando vacíos, muchos de ellos con importantes desperfectos. El Gobierno regional ha arreglado 27 de estos inmuebles desocupados y ayer hizo un sorteo para reasignarlos en alquiler. Aspiraban a encontrar un nuevo hogar 163 familias. Lo consiguieron 27. En la Casa de Cultura de Mieres hubo muchas emociones. Hubo nervios, ilusión y estallidos de júbilo, aunque también hubo decepción e incluso frustración.

Juan Ferreduela fue de los primeros en ser complacido por el bombo. Este joven mierense había participado anteriormente en cuatro sorteos sin tener suerte. Ayer finalmente logró las llaves de una nueva casa: "Estamos viviendo con mi madre, ya que los alquileres en Mieres son muy caros", explicó. Casado y con dos hijos, en breve se trasladará a Santullano: "Estamos encantados, ha ido una enorme alegría", señaló Juan Ferreduela, hermano menor del que fuera distinguido a título póstumo como "Mierense el año" por su labor en favor de la integración gitana, David Ferreduela.

No menos contentos estaban ayer Julio Lizárraga y su mujer María del Mar Gabarre. Esta pareja también tiene dos niños pequeños. Actualmente residen en el barrio de San Pedro. Se van a mudar al otro extremo de la ciudad: "Estamos muy contentos en San Pedro, con un buen colegio, pero la casa es muy pequeña y no está en buen estado, con alguna rata incluso", apuntó ayer Julio Lizárraga . En su caso es la primera vez que participaban en un sorteo de viviendas: "La verdad es que hemos tenido mucha suerte", subrayó el marido mientras su mujer no podía dejar de llorar. El único problema es que el colegio de su hijo mayor estará a partir de ahora a casi tres kilómetros de distancia de la casa familiar: "Eso no tiene ninguna importancia. Haremos el trayecto con gusto ya que no cambiaremos al pequeño de colegio".

No todo fueron alegrías. Más de un centenar de familias se quedaron a las puertas de la mudanza. La mayoría lo asumieron con resignación, pero también hubo a quienes les pudo la frustración y afearon a los responsables públicos que una buena parte de los pisos se asignasen a personas extranjeras. En algún caso abandonaron incluso el auditorio escenificando su malestar.

De todas formas pronto habrá nuevas oportunidades en Mieres para encontrar vivienda. Y es que el Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa Promogrado la reforma de siete viviendas de titularidad municipal, cuatro ubicadas en el barrio San Francisco de Turón y tres en el denominado edificio de los maestros de Mieres. La actuación busca poder adjudicar estos inmuebles posteriormente en régimen de alquiler. El presupuesto de adjudicación es de 64.524,61 euros y el plazo de ejecución de los trabajos es de 77 días naturales. La rehabilitación de estas siete viviendas se suma a las actuaciones que se están desarrollando en los últimos años con el objetivo no solo de crear nueva vivienda, sino de aprovechar y dar uso a las ya existentes en el concejo.