Los trabajadores de las subcontratadas vinculadas a Hunosa han comenzado a movilizarse tras lo que intuyen como el inicio de una oleada de despidos. De momento, 12 mineros ya han sido cesados. Todos ellos pertenecían a la empresa Carbomec y ejercían sus labores en el pozo Carrio. El colectivo afirma que tiene constancia de que en breve el número de despidos ascenderá a 25. Sienten que son el núcleo más vulnerable del proceso de cierre de pozos que se avecina.

"Nos tememos que estos 25 trabajadores son los primeros de una larga lista que de forma indirecta venimos trabajando en todo tipo de labores mineras para las empresas del sector. Podemos perder el único sustento que tenemos para mantener a nuestras familias", señalaron ayer los portavoces del colectivo. Alrededor de un centenar de estos trabajadores participaron el pasado domingo por la noche en una asamblea que se celebró en la junta de iniciativas de Caborana. De momento, a los despedidos se les ha comunicado que el cese es consecuencia de la conclusión del contrato con Hunosa: "La empresa nos ha dicho que están negociando una ampliación hasta diciembre, pero que de momento Hunosa no acepta". Así, los mineros iniciaron ayer con el SOMA, en la Casa del Pueblo de Sama, una ronda de reuniones con las centrales sindicales para buscar una solución a su complicada situación.

"Las expectativas para el sector no se presentan muy halagüeñas, ya que no parece que exista mucha voluntad política para salvaguardar a las compañías mineras privadas", señalaron los trabajadores. Están tan preocupados como molestos por el trato que reciben: "Cuando salen noticias acerca de la negociación de plan de minero no parece que se nos contabilice como parte integrante del sector que podemos perder el empleo y tememos ser los grandes sacrificados sin que pasemos advertidos".

En estos momentos son cuatro las subcontratas que trabajan con Hunosa. Se trata de Imsa, Carbomec, Satra y Acciona. Suman unos 250 empleos. "Las contratas ponen en evidencia que las empresas matrices necesitaban subcontratar labores de minería por el tremendo déficit de las plantillas y por la necesidad de abaratar los costes", señalan los despedidos, cuya antigüedad en la empresa oscila entre uno y ocho años. "No puede ser que se sacrifiquen cientos de empleos, sin que se tenga la más mínima consideración por un colectivo como las contratas del sector, cuando se están prometiendo empleos alternativos al calor de la transición energética sin que tengamos conocimiento de que desde el Gobierno impulsen algunos para las comarcas mineras" . Los mineros de las subcontratas lamentan que las comarcas mineras lleven "40 años de reconversión sin que en estos territorios se haya creado el anhelado empleo alternativo para poder seguir viviendo en ellas".