Era la primera vez en treinta y dos años que Asturias acogía el congreso estatal de fotografía de la Confederación Española de Fotografía y los organizadores, la Federación Asturiana de Fotografía querían impresionar a sus compañeros. Por eso, huyeron de las típicas estampas del Principado y acabaron en las cuencas mineras, donde se celebran la mayoría de los actos. "Es una zona que no se conocía y queríamos sorprender a los participantes", explicaba ayer Luis José Vigil, presidente de la federación asturiana de fotógrafos.
Los participantes fueron ayer recibidos en el Ayuntamiento de Langreo y colocaron una placa conmemorativa en el museo de cámaras fotográficas del cine Felgueroso. También visitaron la exposición "Mezclando culturas" y se presentó el libro de la muestra. Asimismo, se inauguró la exposición del fotógrafo Eloy Alonso que hoy recibirá un homenaje de sus compañeros en la gala nacional que tendrá lugar en el Nuevo Teatro de Langreo a las cinco y media de la tarde. El propio Eloy Alonso reconocía ayer estar "emocionado" con este homenaje en vida. "Sobre todo porque es algo de los compañeros y supone una palmada en la espalda para seguir trabajando".
El congreso también organizó ayer varias visitas por el concejo de Langreo. Así, estuvieron en el ecomuseo del valle de Samuño, el Museo de la Siderurgia (MUSI) y la pinacoteca de Langreo Eduardo Úrculo. Respecto a esta última instalación, Luis José Vigil comentó que "posiblemente realicemos una colaboración para montar una exposición allí en el futuro". Tras esta intensa jornada, el congreso continuará mañana con la inauguración de la exposición de premios nacionales en el Museo Barjola de Gijón y una recepción en el Ayuntamiento gijonés.
Por la tarde será la citada gala nacional de la fotografía. Además del homenaje a Eloy Alonso, se entregarán las distinciones nacionales e internacionales a los fotógrafos españoles. Serán al mejor autor, el mejor libro, el mejor mecenas, la mejor entidad y el mejor medio de difusión fotográfica. Además, el acto estará amenizado por los miembros del CAI de Pando y la orquesta Boccherini.
