El Ayuntamiento de Sobrescobio mantendrá abierto el procedimiento de venta de las parcelas del polígono industrial de Comillera durante un año, aseguró el alcalde, Marcelino Martínez. El plazo de quince días establecido inicialmente se cerró sin ofertas pero tres empresarios se interesaron en el Ayuntamiento por el suelo disponible aunque por el momento no han dado ningún paso más para hacerse con los parcelas. El Consistorio sacó a la venta seis parcelas del área empresarial, de 730 metros cuadrados y con un precio de salida de 17.666 euros para cada una.
Se da la circunstancia de que el suelo industrial en este polígono del parque natural de Redes -está situado justo en su entrada si se viaja por el Corredor del Nalón- es el segundo más barato de toda Asturias. El precio del metro cuadrado se sitúa en los 24,2 euros, y solo es más reducido en el área empresarial de Taramundi. Pese a los precios tan bajos, el concurso para atraer a empresas que se hicieran cargo de las parcelas y desarrollasen su actividad en el polígono se cerró sin ofertas.
El suelo industrial fue recuperado por el Ayuntamiento después de que no fructificase el proyecto de apertura de una embotelladora de agua y un lagar de sidra. Este polígono tendrá el segundo precio de suelo empresarial más barato de Asturias. El Consistorio ha decidido vender seis parcelas mientras que las otras tres quedan reservadas para constatar si es viable desarrollar una embotelladora de agua.
Los proyectos del sector agroalimentario, ganadero o forestal tendrán prioridad a la hora de valorar las ofertas y dentro de ese grupo se tendrá en cuenta cuál es la oferta económicamente más ventajosa, reflejaban las bases del proceso abierto por el Consistorio. El resto de empresas se ordenará también en función del precio de compra propuesto. El polígono de Comillera cuenta con una superficie total de 22.910 metros cuadrados que incluyen viales, aparcamientos y las propias parcelas (6.086 metros cuadrados). El proyecto de la embotelladora de agua contaba con un presupuesto de 3,9 millones de euros y se preveía que empezase a funcionar a finales de 2015. Su objetivo era el de competir en el mercado de las denominadas aguas "premium", de alta calidad. Sin embargo, el proyecto no se llegó a desarrollar.
En el Pleno municipal en el que se decidió dar luz verde a la venta de las parcelas, el gobierno local (PSOE) contó con el apoyo del PP, mientras que IU se abstuvo. Todos los grupos veían de forma positiva el "competitivo precio" del suelo.
El concejo tiene una segunda área empresarial planificada, en Villamorey, que eso sí, no está previsto desarrollar hasta que se saque adelante Comillera.
