Nuevos tiempos llegan a la hullera estatal Hunosa, que ayer arrancaba con los acordes de "Viva la vida" de "Coldplay" el acto de entrega de los premios a la antigüedad en el que galardonaban a veinticinco de sus trabajadores. Y es que, como señaló su presidente, Gregorio Rabanal, la compañía aspira a mantener la actividad extractiva del carbón, aunque tendrá que transformarla adaptándose al nuevo marco que se abre a partir del 31 de diciembre cuando cesen las ayudas a la producción. Por ello, tampoco se olvidaron del tradicional "Santa Bárbara bendita", interpretado por el Coro Minero de Turón, dando cuenta de que las palabras tradición y futuro no siempre son incompatibles, aunque tiene que haber voluntad de por medio.

Y voluntad parecía tener ayer el máximo responsable de la hullera, que además se encuentra en pleno proceso de negociación de su plan de empresa. "Estamos en un año especialmente delicado, no lo voy a ocultar, porque a partir del 31 de diciembre el marco en el que estábamos trabajando cambio, se acaban las ayudas", señaló, destacando que "vamos a tener que reenfocar la actividad de la empresa para que siga siendo un motor de desarrollo de las comarcas mineras". Aseguró Rabanal que, en este caso concreto, "la actividad minera se tendrá que transformar con el nuevo marco, y tendremos que llevar a cabo también actividades distintas a la minería, pero no partimos de cero".

El presidente de Hunosa fue parco en palabras, aunque con ellas parecía querer tranquilizar las voces que llevan tiempo augurando el fin de la compañía. Incluso quiso tranquilizar al propio alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, quien se subió al estrado de forma improvisada: "No sabía que tenía que hablar", dijo ante los presentes, aprovechó para reclamar "que de verdad haya una transición justa para este empresa, que no quede nadie fuera y podamos celebrar el 1 de enero que la empresa tiene futuro y seguimos trabajando". Ante esto, Rabanal le aseguró que "va a haber una transición justa".