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El polígono de Modesta sigue vacío cinco años después de finalizar la urbanización

El área empresarial de Sama, impulsada por Hunosa con una inversión de 5,7 millones de euros, no ha captado el interés de ninguna empresa

El área empresarial de Modesta, en Sama, con el castillete a la izquierda de la imagen. J. R. SILVEIRA

El polígono de Modesta, impulsado por Hunosa en Langreo, sigue vacío cinco años después de que concluyeran los trabajos para urbanizar la parcela que ocupaba el primitivo lavadero de carbón, derribado en 2009. Pese al retraso en la recuperación de algunas de sus edificaciones, la hullera puso en marcha el proceso de comercialización sin que ninguna empresa haya mostrado, por el momento, su interés por las parcelas. Algo similar ocurre con el polígono de Cadavíu, también en Langreo y promovido por la firma estatal, que está vacío ocho años después de acabarse.

El área empresarial de Modesta tiene una superficie total de 127.000 metros cuadrados, de los cuales 69.710 son los que pueden ser ocupados por empresas. Las obras de urbanización, con un presupuesto que alcanzó los 5,7 millones de euros, comenzaron en marzo de 2012. El bloque principal de los trabajos concluyó a finales del siguiente año, hace ahora un lustro.

La rehabilitación del castillete, sin embrago, se demoró y concluyó a finales de enero de este año, con lo que sólo quedaba pendiente la reforma de los dos edificios protegidos que se conservan en el parque empresarial (la antigua sala del ventilador y la construcción destinada a aseos, laboratorio y almacenes). Su cesión está comprometida al Ayuntamiento de Langreo.

En el castillete los trabajos se centraron en la rehabilitación estructural, para reparar el deterioro que ha sufrido con el paso del tiempo, ya que la construcción data de los años 30. La actuación se acometió en tres fases. La primera parte del proceso se centró en la instalación de dos andamiajes, uno interior y otro exterior, hasta llegar al punto más alto del castillete. A través de ese andamiaje se llegaba a todos los puntos de la estructura de forma segura. A continuación se procedió a desmontar y reponer todas las piezas dañadas. La aplicación de un tratamiento de "chorreo" de arena al conjunto de la estructura, para eliminar todo el óxido, y el repintado constituyeron la última fase de los trabajos.

Pese al retraso en la recuperación de las antiguas edificaciones de Modesta, Hunosa puso en marcha la comercialización de las parcelas y atiende a aquellas firmas que puedan estar interesadas en instalarse en el área empresarial langreana. No obstante, ningún proyecto ha cristalizado hasta ahora.

Algo parecido pasa en el polígono del Cadavíu, en el valle del Samuño, que se divide en dos zonas. La primera y más extensa, de 54.179 metros cuadrados, se corresponde con el espacio en el que se encontraba el antiguo cargadero de carbones. La segunda de, 8.533 metros, ocupa el terreno del antiguo parque de maderas. De toda esta superficie, 36.000 metros son aprovechables para empresas. La urbanización costó 1,6 millones de euros.

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