La falta de ayudas públicas y los problemas para hacerse con el terreno han obligado a "aparcar" de forma indefinida el centro de bisontes europeos proyectado para la localidad casina de Caleao. El bisonte europeo es una especie en peligro de extinción muy amenazada en la actualidad. Se calcula que quedan unos 4.500 ejemplares en todo el continente. Los bisontes basan buena parte de su dieta en la ingesta de herbáceas leñosas, por lo que contribuyen a sanear el monte y prevenir incendios.
"Las gestiones para sumar algunas parcelas de particulares al proyecto no fructificaron y cuando solicitamos unos terrenos de propiedad municipal en otra zona del pueblo algunos ganaderos no estuvieron de acuerdo", explicó Benigno Varillas, uno de los impulsores de la iniciativa, que tampoco logró fondos Leader. "El proyecto está ahora aparcado, pero eso no quiere decir que renunciemos a él. Sigo pensando que Asturias es un lugar idóneo para la recuperación de estas especie, sin los rigores climatológicos que hay en otras partes de España por las que sí se está extendiendo la especie", argumentó Varillas.
El proyecto original pensado para Caleao pasaba por el cierre de 133 hectáreas de terreno en el monte Isorno (propiedad de la parroquia rural casina) para dar cabida a una comunidad de diez ejemplares con dos machos y diez hembras que se traerán del parque nacional del bosque de Bielowieska, en Polonia. También se querían contar caballos y vacas silvestres: equinos de las razas asturcón, pottoka o losino, y vacas sayaguesas, herederas del uro.
Ese plan original se recortó, para su presentación a las ayudas del Leader, hasta diseñar un recinto de 35 hectáreas que debía ocupar parte del monte Isorno y fincas particulares. Con algunos de sus propietarios no hubo finalmente acuerdo. El coste del proyecto era cercano a los 100.000 euros con la intención de dar empleo a seis guías.
Equipamiento
Entre los trabajos a realizar se incluía el establecimiento de un cerramiento y de una construcción que sirviese de "hide" (red de camuflaje) fotográfico y a su vez de infraestructura para la alimentación y cuidados de los animales. Los visitantes, por su parte, podrían ver a los bisontes desde un punto de observación ubicado junto al recinto, aunque también se ofertaría la posibilidad de hacer visitas guiadas al interior para fotografiar los animales en su hábitat natural. La visita se complementaría con un recorrido por el pueblo de Caleao para conocer elementos etnográficos, históricos y sociales del pueblo. En la iniciativa también se pretendía editar una guía con dibujos de la historia del pueblo, sus rutas, su naturaleza y el proyecto de conservación del bisonte europeo para su venta junto con la visita guiada.
En este proyecto revisado también bajaba el número de animales del cercado. Se planteaba contar con dos machos y cuatro hembras reproductoras, más las crías que pudieran nacer, hasta llegar a la edad adulta, en la que los animales se destinarían bien a otros proyectos de cría o bien a la posible reposición de algunos de los ejemplares.
