La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El arduo trabajo de buscar empleo

Casi 400 parados realizaron ayer la prueba de selección para quince contratos de peón de albañilería por un año en el Ayuntamiento de Mieres: "Es muy difícil con tanta gente"

Francisco Encinas tienen 56 años y es natural de Santa Cruz: "Parece mentira que dentro de cuatro años ya vaya a cumplir los sesenta. No lo asimilo del todo". Araceli Salinas es de Mieres y tiene 58 años: "Yo soy mayor que tú y aquí estoy". Encinas levanta la cabeza con un media sonrisa de resignación y escudriña a la multitud que lo rodea: "Bueno, no desentonamos mucho. Aquí se ven muchas canas". La apreciación es correcta; la media de edad es alta.

Araceli Salinas y Francisco Encinas son dos de las casi 400 personas que ayer acudieron al campus de Mieres para pasar la prueba de acceso al plan de empleo local. En concreto se trataba de seleccionar a 15 desempleados para que desarrollen tareas de peón durante un año. El sentir general es que el acceso al empleo se ha convertido en los valles mineros casi en una quimera, y más aún para lo parados de larga duración que superan los 50 años de edad: "Yo necesito cotizar dos años más para jubilarme. Hasta ahora he tenido suerte y he ido encontrando trabajo a trompicones, pero es cierto que según pasan los años percibes que la gente es más reacia a contratarte", explica Francisco Encinas.

José Martínez es un turonés de 64 años que lleva seis sin cotizar. Su último trabajo fue como taxista: "El empleo está muy caro y al final tienes que intentar buscar suerte en iniciativas públicas como ésta. Lo que pasa es que es muy difícil con tanta gente", apunta. La estadística dice que apenas uno de cada veinticinco aspirantes que ayer fueron examinados en el campus de Mieres tendrá finalmente trabajo en el plan de empleo local. Podría haber sido peor, ya que inicialmente eran 573 las solicitudes para las 15 plazas de peón de albañilería: "El sueldo es el salario básico, pero es un año de trabajo y en unas condicionas muy cómodas. A las tres de la tarde te vas a casa y eso se valora mucho cuando llevas toda la vida trabajando a jornada partida y, en algunas ocasiones, sin horario fijo", subraya Francisco Encinas. "Poder entrar en un programa de estas características es casi como si te tocase un premio de la lotería. Tienes cubierto un año y, además, cotizas al tiempo que no gastas el subsidio por desempleo", indica Mario García.

Los casi 400 aspirantes tuvieron que ser ayer repartidos en cuatro salas del campus de Barredo para hacer el examen. Se trataba de una única prueba teórica. "El problema es que no saber lo que te van a preguntar. No tienes un temario que te puedas preparar", explicaba Ana Rita Fernández minutos antes de iniciar el examen. Esta peluquera de profesión acudió ayer a la prueba de peón buscando un pequeño milagro: "Vengo simplemente a ver si tengo un golpe de suerte". Araceli Salinas estaba en parecida situación: "Encontrar empleo está muy complicado y no se puede dejar pasar ninguna oportunidad".

La demanda que generan los planes de empleo se han convertido desde hace algún tiempo en un fiable medidor de la vitalidad laboral de los territorios. En la mayoría de los municipios mineros la falta de oferta laboral ha convertido estos programas en una última oportunidad para muchos desempleados. El problema es que sólo unos pocos logran acceder a estos puestos de carácter temporal. En el Ayuntamiento de Mieres se han contabilizado un total de 676 solicitudes para optar a las 25 plazas que, en conjunto, han sido convocadas para el nuevo plan de empleo. En el plan de empleo de 2013, el último que se convocó previamente al actual, se generó una demanda también alta, pero muy inferior a las cifras actuales. Entonces se convocaron 33 plazas, a las que optaron 422 desempleados. Próximamente se seleccionará al personal de los contratos en prácticas, para los que se han recibido en esta ocasión un total de 33 solicitudes para 6 plazas.

Compartir el artículo

stats