El centro de acogida de perros que gestiona la protectora "Alma" necesita una importante reforma. La Corporación mierense, a propuesta del PP, asumió en sesión plenaria la necesidad de acometer actuaciones de mejora en las instalaciones. El Ayuntamiento deberá realizar inversiones en La Peña pese que en su momento gastó más de 400.000 euros en la construcción, cerca de San Víctor (Turón), de una nueva y moderna perrera. El equipamiento, sin estrenar por anomalías urbanísticas, se encuentra actualmente totalmente desmantelado. Algunos vecinos utilizan las dependencias como cuadras para caballos.
Hace tiempo que el gobierno local (IU) renunció a la apertura de la perrera que el Ayuntamiento construyó en 2010 cerca de Polio, con gobierno del PSOE. Y es que el complejo es ya apenas una ruina llena de escombros. Los actos vandálicos y el deterioro propio del paso de tiempo han convertido unas caras instalaciones que los vecinos nunca quisieron en un cochambroso edificio fantasmal situado en medio del monte. Hace tres años el Ayuntamiento estimó que el arreglo costaría en torno a cien mil euros. Se entendió que el complejo estaba en ruinas y que era inviable su recuperación. Son muchos los problemas que arrastra. Los vecinos denunciaron en su momento las obras, con una sentencia que consideraba el incumplimiento de varias normativas. El fallo obligaba a tirar parte de los boxes para ajustar la estructura a la ley. A estos dos graves escollos, el económico y el estructural, habría que sumar otros menores, como la existencia de "errores" de obra, como canalizaciones mal planteadas. Llegados a este punto, el Ayuntamiento se inclina abiertamente por invertir en la vieja perrera de La Peña antes que plantarse cualquier tipo de actuación para recuperar la de Polio. Y eso que el PP sostiene que las reformas son de alcance: "Sabemos que las instalaciones no son las adecuadas", remarcó la concejal Beatriz Llaneza. El gobierno local comparte el planteamiento: "Se han hecho pequeños arreglos, pero las instalaciones no están en las mejores condiciones, lo que dificulta el trabajo de la protectora que gestiona el albergue", apuntó Delia Campomanes, edil de Urbanismo.
